Un nuevo robot de úlima generación que camina, habla, agarra cosas y hasta ve y escucha se convirtió recientemente en la atracción principal de un evento realizado en el Museo Nacional Aeroespacial del Smithsonian en Washington.
Claro que el robot no camina muy bien y tampoco baila, pero con sus dos metros de altura representa una gran promesa para el futuro.
del futuro
Los componentes del hombre biónico fueron tomados de algunos de los principales investigadores del mundo, incluyendo la profesora de farmacología Joan Taylor, de la Universidad De Montfort en Leicester, Inglaterra, inventora del páncreas.
Los avances son muy “importantes no tanto desde el punto de vista de la robótica, sino por la contribución a la medicina del futuro", dice la profesora Taylor.
La implicaciones, según Meyer, son enormes. "Este proyecto demuestra que ya podemos sustituir una gran cantidad de piezas que no funcionen y en un futuro cercano, la tecnología podría permitir resolver muchas discapacidades, enfermedades y dolencias, y la sociedad en general se beneficiará", sostuvo Meyer, a la vez que aclaró que el proyecto del Hombre Biónico no se trata de que los robots sustituyan a los seres humanos.
"No hay manera de reemplazar al ser humano. No hay un cerebro artificial y por otra parte, los dispositivos están diseñados para interactuar con el cuerpo humano".
El llamado Increíble Hombre Biónico, está construido con la totalidad de las partes artificiales del cuerpo, incluyendo órganos sintéticos y es el protagonista de un nuevo documental que narra los aspectos poco conocidos de su historia.
El presentador del documental, Bertolt Meyer dice que la investigación profundiza sobre la pregunta: ¿Qué tan lejos ha llegado la biotecnología?
"¿Qué partes del cuerpo humano pueden ser sustituidas en la actualidad? ¿Si se toman todos las partes y se colocan juntas, que ocurrirá? Y el resultado es, que podría ser parecido a esto", explicó Meyer.
Así como el Hombre Biónico, el psicólogo de la Universidad de Zurich, Bertolt Meyer también tiene una mano biónica. Pero la diferencia es que el robot también tiene otras 27 partes del cuerpo que son todas artificiales.
"Es un conjunto de órganos artificiales. Tiene un corazón artificial como el que ya se utiliza en los pacientes, y el corazón también bombea sangre artificial", indica Meyer.
El robot "tiene la misma mano biónica que yo tengo”, agrega Mayer, “porque nací sin brazo izquierdo inferior”, pero además, toda la estructura se asienta “en un exoesqueleto robótico. Esto sería como la silla de ruedas del futuro, un dispositivo que podría restablecer la capacidad de caminar en las personas que hayan quedado paralizadas".
Mientras continúan los esfuerzos por mejorar al Hombre Biónico y sus componentes, los ingenieros y los médicos trabajan juntos para en avanzar las fronteras del potencial humano.
Claro que el robot no camina muy bien y tampoco baila, pero con sus dos metros de altura representa una gran promesa para el futuro.
La medicina del futuro
La medicinadel futuro
Los componentes del hombre biónico fueron tomados de algunos de los principales investigadores del mundo, incluyendo la profesora de farmacología Joan Taylor, de la Universidad De Montfort en Leicester, Inglaterra, inventora del páncreas.
Los avances son muy “importantes no tanto desde el punto de vista de la robótica, sino por la contribución a la medicina del futuro", dice la profesora Taylor.
La implicaciones, según Meyer, son enormes. "Este proyecto demuestra que ya podemos sustituir una gran cantidad de piezas que no funcionen y en un futuro cercano, la tecnología podría permitir resolver muchas discapacidades, enfermedades y dolencias, y la sociedad en general se beneficiará", sostuvo Meyer, a la vez que aclaró que el proyecto del Hombre Biónico no se trata de que los robots sustituyan a los seres humanos.
"No hay manera de reemplazar al ser humano. No hay un cerebro artificial y por otra parte, los dispositivos están diseñados para interactuar con el cuerpo humano".
El presentador del documental, Bertolt Meyer dice que la investigación profundiza sobre la pregunta: ¿Qué tan lejos ha llegado la biotecnología?
"¿Qué partes del cuerpo humano pueden ser sustituidas en la actualidad? ¿Si se toman todos las partes y se colocan juntas, que ocurrirá? Y el resultado es, que podría ser parecido a esto", explicó Meyer.
Así como el Hombre Biónico, el psicólogo de la Universidad de Zurich, Bertolt Meyer también tiene una mano biónica. Pero la diferencia es que el robot también tiene otras 27 partes del cuerpo que son todas artificiales.
"Es un conjunto de órganos artificiales. Tiene un corazón artificial como el que ya se utiliza en los pacientes, y el corazón también bombea sangre artificial", indica Meyer.
El robot "tiene la misma mano biónica que yo tengo”, agrega Mayer, “porque nací sin brazo izquierdo inferior”, pero además, toda la estructura se asienta “en un exoesqueleto robótico. Esto sería como la silla de ruedas del futuro, un dispositivo que podría restablecer la capacidad de caminar en las personas que hayan quedado paralizadas".
Mientras continúan los esfuerzos por mejorar al Hombre Biónico y sus componentes, los ingenieros y los médicos trabajan juntos para en avanzar las fronteras del potencial humano.