Las solicitudes de subsidios por desempleo en Estados Unidos se mantuvieron en un nivel bajo la semana pasada, ya que los empleadores retuvieron a sus trabajadores y buscaron más mano de obra a medida que el país continúa su recuperación económica de la pandemia de coronavirus.
El Departamento de Trabajo informó el jueves que 222.000 trabajadores desempleados presentaron solicitudes de compensación por desempleo por primera vez, 28.000 más que la cifra revisada de 194.000 la semana anterior.
Incluso con el aumento en las solicitudes de la semana pasada, las cifras de las dos últimas semanas estuvieron muy por debajo del total de 256.000 a mediados de marzo de 2020, cuando la pandemia se extendió por primera vez en el país y los empleadores comenzaron a despedir cientos de miles de trabajadores.
La disminución del número de solicitudes de beneficios por desempleo muestra que muchos empleadores se aferran a sus trabajadores incluso cuando millones han dejado sus trabajos para trasladarse a otras empresas que ofrecen salarios más altos y más beneficios.
Muchos empleadores buscan más trabajadores, incluso cuando aproximadamente 7,4 millones de trabajadores siguen desempleados en los Estados Unidos.
Hay 10,4 millones de puestos de trabajo disponibles en el país, pero las habilidades de los trabajadores disponibles a menudo no coinciden con lo que quieren los empleadores, o las vacantes no son el lugar donde viven los desempleados. Además, muchos de los trabajos disponibles son puestos de servicio con salarios bajos que los desempleados están evitando.
Los empleadores estadounidenses agregaron 531.000 empleos en octubre, la mayor ganancia mensual en tres meses y la tasa de desempleo cayó al 4,6%. Pero la economía de EE. UU. aún tiene más de cuatro millones de puestos de trabajo vacantes desde febrero de 2020. La cifra de empleos de noviembre se publicará el viernes.
El avance económico de EE. UU. se está produciendo incluso cuando el presidente Joe Biden y los responsables políticos de Washington, junto con los consumidores, expresan su preocupación por el mayor aumento de los precios al consumidor en tres décadas y los problemas de la cadena de suministro que han reducido la entrega de algunos productos a los estantes de las tiendas minoristas.
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