Fiscales acusaron a ocho musulmanes ingleses de complotar para causar muerte en una “escala sin precedentes”. El objeto era hacer estallar vuelos dirigidos a Estados Unidos utilizando explosivos líquidos.
Las acusaciones fueron hechas el martes, mientras se iniciaba un nuevo juicio de los sospechosos.
Los hombres fueron arrestados el 2006.Sin embargo, el jurado no logró llegar a un veredicto, obligando a los fiscales a presentar los cargos nuevamente.
Los sospechosos son acusados de “conspiración para dar muerte” en un complot que obligó a cientos de vuelos en todo el mundo a permanecer en tierra.
Acusados planearon contrabandear bombas líquidas de fabricación casera, ocultadas en botellas de refrescos y otros artículos comunes a bordo de los aviones, dijo el fiscal Peter Wright a miembros del jurado el martes.El fiscal dijo que los hombres tenían planeado realizar una “declaración violenta y mortal” con un “verdadero impacto mundial”.
Los acusados niegan los cargos.