"Ella tenía tanto que ofrecer".
Ian Russell se refiere a su hija de 14 años, Molly, la más joven de tres hermanas, que se suicidó en 2017, dejando una nota que decía: “Lo siento. Hice esto por mi culpa".
Después del suicidio de Molly, sus padres examinaron el uso de las redes sociales de la adolescente y descubrieron que estaba interactuando con otros usuarios adolescentes atrapados en la depresión y que eran suicidas potenciales.
"No tengo ninguna duda de que Instagram ayudó a quemi hija se suicidara", dijo el padre de Molly a la BBC en una entrevista que recibió una disculpa pública del gigante estadounidense de las redes sociales Facebook, propietario del sitio para compartir fotos Instagram.
"Vamos a estudiar esto exhaustivamente y cambiaremos todo, si es necesario, para hacerlo correctamente", dijo en una entrevista Nick Clegg, ex viceprimer ministro británico y ahora jefe de asuntos globales de Facebook.
La promesa, sin embargo, ha hecho poco para apaciguar las críticas.
En los últimos ocho años, la tasa de suicidios entre los adolescentes británicos casi se ha duplicado. El año pasado se quitaron la vida unos 200 escolares.
Entretanto, el gobierno británico ha dicho que el mes próximo dará a conocer una legislación diseñada para hacer cumplir un deber legal de atención en dichas empresas.
El plan británico de ordenar a los proveedores de redes sociales que protejan a los usuarios contra el material que promueve los métodos de suicidio será vigilado de cerca por los responsables políticos de otros países europeos, que también están lidiando con la forma de enfrentar las consecuencias malignas del uso de las redes sociales.
Alemania está tomando medidas enérgicas contra lo que Facebook hace con los datos personales de los usuarios. En Francia, el gobierno está "incorporando" a los reguladores dentro de las compañías de medios sociales para investigar cómo combaten el discurso de odio en línea.
Desde enero, Facebook, en particular, ha sido objeto de críticas en los Estados Unidos.
Legisladores de EE. UU. acusan a Facebook de no haber evitado la injerencia rusa en la carrera presidencial de 2016, y junto con YouTube y Twitter, ha sido atacado por su lentitud en eliminar publicaciones y videos yihadistas.
Siendo las bases para la medida británica, el jefe médico del país anunciará esta semana que Facebook, Instagram, Snapchat y WhatsApp figuran como enlaces importantes en una cadena peligrosa que va desde la autolesión hasta el suicidio.