Los líderes talibanes están promocionando como un logro sus llamadas reformas al sector de los medios de comunicación, sin embargo los críticos lo ven como una campaña de censura institucionalizada en Afganistán.
“El 95 % de los medios de comunicación audiovisuales del país han sido reformados”, dijo Hayatullah Mohajir Farahi, viceministro de información y cultura del gabinete interino de los talibanes, en una conferencia de prensa en Kabul el martes.
Sin embargo las autoridades prohíben que los canales de televisión estatales y privados del país transmitan programas considerados indecentes, como películas extranjeras o canciones de cantantes femeninas, o cualquier contenido que resulte crítico al islamismo o a los propios talibanes.
Ya se estableció una una oficina de monitoreo de medios para revisar que cada programa a transmitirse cumpla con los estrictos requisitos políticos e islámicos.
Los expertos consideran se trata de una gama amplia de censura de unos medios afganos seriamente debilitados. Además, se ha ordenado que las presentadoras usen mascarillas y pañuelos en la cabeza al salir al aire.
En 2021 se denunciaron al menos 245 casos de censura, detención y violencia contra el personal de los medios, informa el Centro de Periodistas de Afganistán (AFCJ, por sus siglas en inglés).
Los talibanes alegan que ningún periodista ha muerto en el país desde que el grupo volvió al poder en agosto de 2021. Se ha sabido que 10 comunicadores fueron asesinados en Afganistán en 2020 y 2021, según cifras del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), que achacó a los talibanes algunas de las muertes
“Es una buena noticia que ningún periodista haya sido asesinado en el último año, pero también debemos saber que más de 130 periodistas y personal de los medios fueron detenidos y algunos torturados por los talibanes en el mismo período”, dijo un representante de AFCJ que pidió no ser identificado por temor a represalias.
Al menos tres periodistas, varios blogueros de video y un cineasta estadounidense y su productor están detenidos por los talibanes en este momento.
Ley de medios
La anulación de la constitución de Afganistán convirtió al país en una república islámica y prometió protecciones para los medios de comunicación y libertad e igualdad de derechos para las mujeres. En cambio, el grupo ha declarado al país un emirato islámico con su líder invisible, Hibatullah Akhundzada, como gobernante supremo indiscutible.
La derogación de la ley de medios del país, modificada por última vez en 2019 y que ofrecía amplias libertades de prensa, es casi segura.
“La ley de medios fue revisada recientemente por el Ministerio de Información y Cultura y se hicieron algunas enmiendas con respecto a cuestiones religiosas y culturales y se envió a los líderes para su aprobación”, dijo Zabihullah Mujahid, el portavoz de los talibanes.
No está claro si -o cuándo- los líderes talibanes aprobarán la ley de medios enmendada y luego cómo los líderes la implementarán.
“Creo que los creadores de medios y los productores de televisión están motivados por el deseo de servir al público con noticias, entretenimiento y otros programas que la gente ansía y necesita, especialmente en sus actuales circunstancias extremadamente difíciles”, dijo Wazhmah Osman, autor de un libro sobre la cultura televisiva afgana y profesor asistente en el Klein College of Media and Communication de la Temple University en Pensilvania, en declaraciones a la Voz de América.
A pesar de los riesgos y desafíos prevalecientes, unas 210 estaciones de radio y televisión y más de 100 publicaciones están activas en Afganistán.
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