Con el coronavirus devastando la industria de la aviación, las aerolíneas y aeropuertos alrededor del mundo están frenando costos y deteniendo nuevos gastos, excepto en un área: reasegurar a los pasajeros preocupados por la pandemia que viajar es seguro.
"Cualquiera que sea el nuevo normal… será más y más basado en autoservicio”, dijo en una entrevista a Reuters, Sean Donohue, director ejecutivo del Aeropuerto Internacional de Dallas-Fort Worth.
El aeropuerto está trabajando con American Airlines, cuya base está en dicho aeropuerto, para inaugurar un nuevo sistema de autoservicio para el chequeo de equipaje, en el que todos sus baños sean completamente libres de contacto físico para finales de julio, usando con tecnología desarrollada por la empresa Infax Inc. Tendrán dispensadores de jabón libres de contacto, lavamanos, descargue de inodoros, y dispensadores de papel, todo activado libre de contacto. Los equipos tendrán sensores que alertarán a los empleados de que el suministro está bajo.
"Una de las más grandes quejas que se reciben de los aeropuertos son los servicios sanitarios”, dijo Donohue.
Dallas está experimentando con tres opciones tecnológicas para el chequeo de equipajes: Amadeus, ICM, SITA y Materna IPS.
El aeropuerto se ha convertido en el más traficado del mundo, según cifras de Cirium, una compañía de estadísticas de viajes, gracias en parte a una estrategia de la aerolínea American de concentrar buena parte de sus viajes durante la pandemia a través de dicho aeropuerto.
El año pasado Dallas Forth-Worth implementó un sistema de chequeo para abordaje de los aviones basado en tecnología biométrica, ante la cual el rostro es el pase de abordaje para vuelos internacionales.
Delta Air Lines abrió su primera terminar biométrica en Atlanta en el 2018, y algunos aeropuertos en Europa y Asia también usan tecnología de reconocimiento facial. Ha generado sin embargo algunas preocupaciones, con el gobierno estadounidense encontrando parcialidad racial en la tecnología y la Unión Europea considerando su prohibición en lugares públicos por consideraciones de privacidad.
El aeropuerto de Dallas también está probando tecnología para desinfectar con rayos ultravioletas para matar gérmenes antes que ingresen al sistema de aire acondicionado.
Pero también ha instalado nebulizadores electroestáticos y contrató a un equipo de 150 personas que recorren las terminales desinfectando físicamente las áreas donde los pasajeros ponen sus manos.
"La tecnología es crítica porque puede ser muy eficiente”, dijo Donohue, pero para los usuarios “el poder visualizar lo que está pasando les da mucha seguridad también”.
El aeropuerto de Dallas ha invertido millones de dólares por encima de su presupuesto de limpieza y desinfección desde que se desató la pandemia, mientras suspendió programas de inversión y redujo sus costos operativos para hacerle frente a la pandemia y su impacto, solo meses más tarde de un escenario en el que se preparaba para un crecimiento.
Casi 114.000 personas pasaron por el aeropuerto de Dallas el 11 de julio, una mejoría frente a los 10.000 diarios en abril, pero aún casi la mitad de lo registrado durante el año pasado.