Los defensores de la privacidad en Estados Unidos están alarmados y los expertos en seguridad advierten que la policía y otras agencias están ansiosas por explorar la mina de oro de los datos de su automóvil.
Esto mientras la mayoría de los conductores no tiene ni idea del torrente de información que los nuevos vehículos almacenan sobre la forma en que las personas conducen, cuándo y dónde lo hacen.
Mark Rasch, experto en seguridad y privacidad, asegura que usando un aparato para diagnosticar cualquier falla en un vehículo, se puede también explorar esa mina de información del conductor.
“Lo que hará es tomar la información que está en su automóvil y simplemente transmitirla a través de Bluetooth o por Wi-Fi a su teléfono, para que pueda ver qué datos se están recopilando", explicó Rasch.
Les llaman "herramientas de diagnóstico a bordo": microprocesadores y software que recopilan los datos de su automóvil. La mayoría piensa que es solo para reparaciones, pero en realidad eso es solo una pequeña fracción del río de datos que almacenan los autos "conectados" de hoy.
“Ya sea una cámara o un micrófono, se puede leer un sensor y recopilar los datos. Y esos datos representan literalmente una mina de oro para los anunciantes, las aseguradoras, los reguladores y las fuerzas del orden", explicó Rasch.
Una de las agencias de seguridad que ha mostrado interés en esta mina de información es el Buró de Aduanas y Protección Fronteriza, que es parte del Departamento de Seguridad Nacional.
Hace unos cinco años, el Departamento de Seguridad Nacional, organizó un taller sobre software que extrae datos de los automóviles.
¿Qué tipo de datos?
Tus rutas. Cuando las puertas se abren y cierran. Si sus manos están en el volante. Si te detienes y cuando vuelves a arrancar, y hacia dónde.
En una declaración a la VOA, la patrulla fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), confirmó que habitualmente adquiere tecnología forense digital para examinar la evidencia.
Pero al describir su trabajo para asegurar las fronteras de Estados Unidos, la agencia no menciona los datos de automóviles. Y es que los autos tienen muchos datos personales, por lo que esto ha alarmado a los defensores de la privacidad.
“El CBP, desafortunadamente tienen bastante autoridad en la frontera. Y creo que esto subraya la necesidad de que el Congreso y los tribunales garanticen una mejor protección de la privacidad a través de la jurisprudencia de la Cuarta Enmienda", explica John Davisson, abogado en el Centro de Información de Privacidad Electrónica.
La Constitución de Estados Unidos protege contra registros y confiscaciones irrazonables de propiedad, y la Patrulla Fronteriza ha recibido críticas por confiscar computadoras y teléfonos sin una orden judicial. Pero los tribunales no han estado de acuerdo sobre hasta dónde llega el poder del gobierno.
“Estados Unidos, a diferencia de Europa y otros países, incluso China, tiene un mosaico de leyes federales de privacidad. Entonces, básicamente tenemos muy poca protección legal de la información que se almacena en nuestros autos", dijoa la Voz de América, Johanna Zmud, investigadora en el Instituto de Transporte de la Universidad de Texas A&M, vía Skype.
El riesgo no es muy conocido.
Como muchos, Juan José Reyes y su hija Ana, ambos migrantes ecuatorianos en Estados Unidos, emparejaron inocentemente sus teléfonos celulares con un vehículo que compraron recientemente.
“Puedo escuchar música dentro del auto con un Bluetooth, y también puedo ver mis mensajes en el auto”, explicó Ana, quien estudia y habla inglés..
Todo bien hasta que se enteró de que el sistema de infoentretenimiento había almacenado sus registros de llamadas y mensajes de texto, mientras transmitía su ubicación en tiempo real.
“¡Ni siquiera la escuela enseña sobre eso!", expresó Reyes.
El fabricante de automóviles General Motors, dijo a la VOA que los usuarios controlan cómo el sistema usa y comparte sus datos exigiéndoles que ellos autoricen.
"Es una forma de que el fabricante evite asumir la responsabilidad. Endulza el tema al consumidor sin mencionar la letra pequeña que todos sabemos que existe", dijo Juan José Reyes, el padre de Ana.
Los consumidores pueden cancelar y eliminar los datos almacenados. Pero se complica cuando, por ejemplo, dejan datos personales en un coche de alquiler.
La Asociación Estadounidense de Alquiler de Automóviles (ACRA, por sus siglas en inglés) es parte de una coalición que solicita al Congreso de Estados Unidos que apruebe una ley que regule la eliminación de datos.
“Necesitamos legislación federal sobre este tema porque ninguna empresa de alquiler de automóviles, si tienen doscientos tipos diferentes de vehículos en su flota, pueden borrar los datos después de cada alquiler ", explica Greg Scott, representante de Relaciones Gubernamentales de ACRA.
Juan José Reyes no planea excluirse de la recopilación de datos de su automóvil. Aún así, está preocupado por la información que ha dejado en otros autos y el riesgo de privacidad.
“Recuerde que todos somos inocentes hasta que se pruebe lo contrario, y solo porque pertenecemos a una determinada etnia, hispana u otra, no deberíamos ser sometidos a que la policía fronteriza o los agentes de inmigración extraigan nuestra información privada como les plazca”, afirmó Reyes.
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