El presidente de Colombia, Iván Duque, enfatizó este jueves en los adelantos digitales y en materia de comercio electrónico logrados por su país, durante un seminario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE,) en el marco de la 75ª Asamblea General de la ONU.
En el evento 'Panorama Económico de América Latina 2020', transmitido de manera virtual, participaron también la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, y el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, entre otros.
El seminario estuvo enfocado en los esfuerzos de la región para implementar la tecnología digital y las perspectivas económicas que surjan de este empeño.
Duque destacó que Colombia terminó el año 2019 con un crecimiento económico por encima de la media mundial y esperaba resultados mejores en 2020 con el desarrollo del turismo y las exportaciones de productos agrícola. Pero entonces, señaló, llegó la pandemia del nuevo coronavirus y se contrajo el crecimiento económico.
El presidente colombiano destacó los esfuerzos de su país para combatir la pandemia y ajustar su sistema de salud para proteger a los más vulnerables. El resultado, dijo, es que las tasas de mortalidad en Colombia están por debajo de Suecia, Estados Unidos, Italia, Chile, Alemania, México y Brasil.
Duque señaló que para agosto de 2021, Colombia tendrá un servicio de internet rápido en el 60% de su territorio y hay más de 70 proyectos de transformación digital que facilitan las inversiones extranjeras y convierten al país en una potencia de internet, computación en la nube, ciberseguridad y tecnología en los servicios de salud, entre otros.
“Permítanme destacar que en el medio de esta pandemia hemos fomentado una plataforma muy importante de comercio electrónico dirigida particularmente a nuestras compañías pequeñas y medianas”, dijo Duque.
También se está tratando de entrenar a miles de programadores entre ahora y agosto de 2020, detalló el mandatario colombiano, con las habilidades y capacidades necesarias para unirse al mundo de la tecnología en sus altas esferas.
Desigualdades en la región
La secretaria ejecutiva de la CEPAL, Bárcena, expresó por su parte que la revolución digital contiene oportunidades, pero también genera riesgos, como desigualdad e inclusión, que aumentan la inestabilidad de las instituciones. Este rápido cambio tecnológico, dijo, demanda de acciones decisivas en América Latina y el Caribe.
Un 46% de los niños de entre 5 y 12 años vive en hogares que no están conectados a la web y no pueden recibir educación en estos tiempos de pandemia, señaló.
También, han surgido brechas estructurales y solo el 21% de los trabajadores pueden trabajar desde sus casas. No tienen acceso a internet o servicios digitales o carecen de las habilidades.
Muchos países carecen de la velocidad para descargar actividades online. Por ejemplo, "si el padre trabaja, la mujer trabaja, los niños estudian", no tienen suficiente ancho de banda o buena conectividad, dijo Bárcena.
No puede pensarse que la transformación digital será algo automático, agregó. No es un desarrollo natural. Debe percibirse como una herramienta poderosa para superar problemas estructurales y generar nuevos sectores e innovación.
Hay que pensar cómo hacer el acceso a las nuevas tecnologías más universal. El mundo de hoy es digital, pero con sus requisitos es difícil de acceder. Se necesita, dijo, una cooperación más amplia que lleve a la transferencia tecnológica.
La situación en Costa Rica
El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, profundizó en el tema con la experiencia de su país.
En Costa Rica, dijo, una vez que los niños dejaron de ir a la escuela se reveló que el 15% tenía los equipos y la conectividad, y un 25% tenía los equipos pero no el acceso a la red.
También hay actividad digital en el país, pero sin apenas demanda, lo que es un problema mayor. Alvarado dijo que por ello se ha creado un proyecto de alfabetización digital, porque se trata de una emergencia que tiene un gran impacto en la educación de la generación futura.
“América Latina no se recupera a la misma velocidad o en una forma igual que otras naciones”, auguró. “El impacto será tremendo, no solo para nosotros, sino también para otras regiones en términos de migración y cambio climático”.
Alvarado defendió que se necesita financiamiento para la región, porque lo que suceda allí tiene un impacto en el resto del mundo. La inmigración, el crimen migratorio, el comercio, las inversiones extranjeras, todo eso sufrirá un gran impacto si la región no se recupera, sostuvo.
Así y todo, dijo sentirse optimista porque la situación ha obligado a ser más eficientes y efectivos.
“Podemos hacerlo y necesitamos trabajar unidos ya”, agregó.