Guadalupe Ángeles y Tania Valdez tienen un deseo en común: que no exista ni una familia más en México que, como ellas, vivan años de incertidumbre o soledad a causa de la muerte o desaparición de un ser querido de profesión: periodista.
Sin embargo, son conscientes de que es un anhelo utópico y, por eso, decidieron apoyar a otros a través de Tejidos Solidarios, una red nacional mexicana de familiares de periodistas asesinados y desaparecidos que busca acompañar, guiar y unir a personas que han padecido este flagelo para brindarles fortaleza emocional y psicológica.
Sara Mendiola Landeros, directora ejecutiva de Propuesta Cívica, una organización mexicana que impulsa la iniciativa y que representa legalmente y acompaña a personas defensoras y periodistas que son agredidos por ejercicio de su labor, así como a sus familias, explicó a la Voz de América que, desde 2020, se habían planteado crear esta red y brindarles herramientas para que pudieran funcionar como un colectivo.
“Esta metodología dio un giro porque nos dimos cuenta que no podíamos pedirles a las familias que se articularan… si no las atendíamos principalmente a ellas en toda la necesidad psicoemocional”, explica Sara. A partir de este proceso, agrega, lograron la “construcción” de un colectivo en el que pasaron de “ser víctimas a ser defensoras de derechos humanos”.
Apoyo psicosocial
Según Mendiola, trabajar bajo esta metodología ha cambiado la vida de las familias. Por eso, priorizan el apoyo psicosocial en su labor, puesto que en muy pocos casos reciben este tipo de apoyo por parte del Gobierno.
Es el caso de la familia de Javier Valdez, un periodista asesinado en Culiacán el 15 de mayo del 2017. Su hija Tania relató a la VOA que fue asesinado por “ejercer su libertad de expresión, por publicar cosas que a un bando del narcotráfico no le parecieron”.
Su familia, cuenta, ha recibido apoyo gubernamental y protección, a través de los mecanismos encargados, incluso cuando debieron salir de Culiacán. Ella regresó, pero su madre y su hermano aún se encuentran fuera de su tierra. Pero el apoyo psicosocial lo han recibido únicamente por parte de particulares. En su caso, de Propuesta Cívica.
“Cuando tuvimos el primer encuentro, yo me imaginaba que era como un retiro, donde pues tienes que afrontar la pérdida de tu familiar y luego te encuentras con todas estas personas… entonces, es de abrirte con el resto de las familias y saber que hemos pasado por los mismos sentimientos, por los mismos enojos, por las mismas negligencias de las autoridades. Te pone en una balanza… abres tu corazón a ellos, ellos lo abren a ti y encuentras, de repente, encuentras una familia, una familia que pasó por lo mismo que tú, que te entiende, que te abraza”, afirma Tania.
Aunque confiesa que han vivido “un proceso largo”, dos de los tres autores materiales del asesinato de su padre ya están sentenciados, y esperan la extradición desde Estados Unidos del autor intelectual.
En este sentido, espera que, como ella, otras personas lleguen a la red y pueda retroalimentar toda esa ayuda que ha recibido.
“Con nosotros, van a encontrar esta unión, que no la pueden encontrar en ningún otro lado, porque es un proceso que va más desde lo que sientes adentro, y lo tejes y lo transformas en estos puentes, enlaces… Abres tu corazón para tejer un puente hacia otros estados de otras familias y que va más allá de sólo tomar las calles. Es hacer que la voz de justicia, de exigencia de justicia sea aún mayor de lo que ya hay”, afirma la joven.
Una expectativa que comparte Guadalupe Ángeles Méndez, hija del periodista Ramón Ángeles, desaparecido el 6 de abril de 2010 en Michoacán.
“No hemos tenido ninguna noticia de él, ningún anuncio, nada. Solamente se han hecho como algunas acciones, como levantar documentos de búsqueda o algo, pero sin ningún resultado”, contó la joven de 30 años a la VOA.
Según ella, lo ideal sería no tener más familias que acompañar a causa de un asesinato o desaparición, pero sí guarda “la esperanza en que algo va a cambiar, de que se va a tener alguna información del paradero” de su padre, y de poder guiar a otros a sobrellevar esta situación, así como ellos han recibido asesoría de Propuesta Cívica “para poder entender mejor el proceso, el proceso social y el proceso personal que lleva a la desaparición”.
Otros propósitos
Sara Mendiola asegura que otro de los objetivos de la red es “generar una incidencia colectiva ante las autoridades para exigencia de justicia, conocimiento, la verdad”, incidir en la construcción de procesos de reparación integral para las familias víctimas, hacer alianzas estratégicas con otras organizaciones.
Para las familias que necesitan apoyo legal, se busca canalizarlas con organizaciones que puedan representarlas legalmente. Así, como generar alianzas que las acerquen a las autoridades para facilitar conseguir las medidas de protección y prevención.
Si necesitan medidas de asistencia social, “la red lo que busca es identificar a las familias, identificar las necesidades y, a partir de ahí, construir planes y apoyo integral, a través de diversas articulaciones, tanto con actores de instituciones del Estado mexicano como organizaciones civiles, principalmente organismos internacionales”, explicó Sara a la VOA.
La red está mayoritariamente constituida por mujeres: esposas, hermanas e hijas de periodistas asesinados y desaparecidos. En este momento, son siete núcleos familiares que se encuentran a lo largo y ancho de México: Ciudad de México, Oaxaca, Michoacán, Coahuila, Sinaloa, Chihuahua, Sonora y, próximamente, Veracruz.
Principales retos
“Los retos más grandes es hacer defensa de derechos humanos en un contexto como el mexicano”, dice Mendiola.
México es uno de los países más mortíferos para la prensa. Según Reporteros Sin Fronteras, México se mantuvo, en 2022 y por cuarto año consecutivo, como el país más peligroso para los periodistas, con 11 profesionales asesinados. El informe de este año recalca que es el país que registra el mayor número de periodistas desaparecidos del mundo (28 en 20 años).
El director regional para México y Centroamérica de Artículo 19, una organización de defensa de los derechos a la información y la libertad de expresión con sede en Londres, le dijo el año pasado a la VOA que el 98 % de los crímenes contra los periodistas en México se mantienen impunes.
A pesar de este panorama, asegura Mendiola, “la Red son familias muy valientes porque están haciendo una defensa de los derechos humanos en un país muy riesgoso y bueno, propuesta cívica planea permanecer con ellas apoyándolas en todo lo que ellas se requieran y seguir representando los casos”.
En este sentido, insiste, Tejidos Solidarios debe fortalecerse con herramientas de autocuidado, de autoprotección, para que puedan transmitir sus conocimientos. Los otros desafíos, añade Sara, serán consolidarse en todo el país y lograr apoyo financiero.
Según Tania, “lo triste” es que se van a sumar más familias. No obstante, espera que estas puedan unir “fuerzas” para que las autoridades se enfoquen lo que es realmente importante: “No es sólo darnos dinero para renta o alimentos. Es más allá, dónde está lo humano, dónde está este trauma, cómo procesamos ese trauma porque no es sólo con dinero, no sólo con que te den una vivienda y alimentos, no. Va mucho más allá”.
Para Guadalupe, esta red “va a hacer notar a todos aquellos que viven en silencio”, porque, como ella, lo han “gritado” con “miedo, con angustia”, pero con las “expectativas de que algo cambie”, afirma.
Además, está convencida de que hay mucha negligencia en los casos periodistas y personas desaparecidas o asesinadas: “Nadie hace nada”. Entonces, el acompañamiento les permitirá entender que “no están solos… que sí, el peligro va a estar, pero que hay alguien que los va a acompañar en su proceso de duelo, en sus procesos de dolor, en sus procesos de miedo y en sus procesos jurídicos”.
¡Conéctate con la Voz de América! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.