Un fuerte terremoto sacudió la capital filipina y las provincias periféricas el lunes, interrumpiendo brevemente el suministro eléctrico, causando que las rocas se derrumbaran en una carretera, deteniendo un servicio de tren elevado y orillando a miles de personas a huir, dijeron las autoridades.
El Servicio Geológico de Estados Unidos informó que el terremoto tuvo una magnitud preliminar de 6,1 y su epicentro fue cerca de la ciudad de Bodega, en el noroeste del país. No hubo informes inmediatos de lesiones o daños.
Renato Solidum, jefe del instituto de terremotos del gobierno filipino, dijo que el sismo no fue lo suficientemente fuerte como para provocar un tsunami.
La gobernadora Lilia Pineda, de la provincia de Pampanga, al norte de Manila, dijo a la radio DZMM que una antigua iglesia resultó dañada, que algunas rocas rodaron por una colina hacia una carretera y algunos postes de luz se cayeron en una localidad.
Miles de oficinistas salieron corriendo de los edificios en Manila, muchos con cascos. Se detuvo un servicio de tren elevado, se bajaron los pasajeros y se les hizo caminar hasta las estaciones más cercanas. Varias ciudades se quedaron brevemente sin luz en la principal isla del norte de Luzón, dijeron las autoridades.
Filipinas es propenso a los terremotos y las erupciones volcánicas porque está en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico.
