La policía de Texas reportó que un hombre ingresó a una iglesia bautista e inició un tiroteo causando la muerte de al menos 27 personas, en una población cercana a San Antonio, Texas.
El atacante identificado por las autoridades como Devin Kelley, resultó muerto, según informó Robert Murphy, portavoz de la oficina del sheriff del condado de Guadalupe. Aún no está claro si el hombre fue abatido por la policía o si se quitó la vida.
La iglesia está situada en Sutherland Springs, una pequeña ciudad al sureste de San Antonio, una comunidad de aproximadamente 400 personas.
“Queremos asegurarnos de que nos comunicamos con las familias de las víctimas antes de publicar más información”, dijo el gobernador de Texas Greg Abbott en rueda de prensa, donde también participaron representantes de otras agencias involucradas en la investigación de esta masacre.
“Estamos investigando si el sospechoso pertenecía a algún grupo religioso específico”, indicó el jefe de policía del condado de Wilson, Joe Tackitt, cuando se le preguntó si se sabían más detalles del sospechoso y si pertenecía a la comunidad o no.
Agentes de la Oficina Federal de Investigaciones, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos y otras agencias se encuentran en la escena del crimen, según se explicó en la rueda de prensa.
Minutos después de conocerse la noticia, el presidente Donald Trump se solidarizó con las víctimas y dijo que estaba "monitoreando la situación desde Japón", en medio de su visita por Asia.
El gobernador de Texas Greg Abott también se solidarizó "con todos los que resultaron afectados tras el terrible ataque".