Centenares de personas se han visto forzadas a evacuar sus hogares y numerosas viviendas han sido pasto de las llamas debido a incendios forestales provocados por la severa sequía que afecta al estado de Texas, en el oeste de EE.UU.
Expertos agrícolas y en meteorología aseguran que se trata de la peor sequía registrada en un año, y además de los incendios en vastas zonas del este de Texas se han perdido cosechas, muchas cabezas de ganado y el agua está racionada en una temporada que normalmente suele ser húmeda.
Según la vocera del Servicio Forestal, April Saginor, las condiciones climáticas son de extrema sequía “así que la más mínima chispa puede provocar un incendio”, tal y como ha estado sucediendo.
En más del 90 por ciento de la superficie del estado se están sintiendo los efectos extremos o severos de la sequía, y de acuerdo con el economista David Anderson las pérdidas han sido récord.
Anderson dijo a la Voz de América que hasta hace un mes los daños causados por la falta de lluvias se estimaban en $5.200 millones de dólares, lo que comprende pérdidas de cosechas y cabezas de ganado y deja chica la sequía sufrida en 2006, cuando los daños sumaron $4.100 millones de dólares.
Texas no produce una cantidad significativa de maíz en EE.UU., pero la caída de 30 por ciento que ha experimentado ese renglón en el estado sin duda tendrá un impacto en el mercado internacional, dijo el economista.
Debbie Cross, operador de un mercado agrícola cerca de la ciudad de Cypress, señaló que la gente se siente desalentada por la escasez de lluvias y las altas temperaturas, que la mayor parte de los días rondan los 40 grados centígrados.
“La sequía está afectando a todos, las cosechas, el ganado, el heno, no hay hierbas, los pollos están en un estado lamentable, igual que todo el mundo, necesitamos agua”, dijo.
A principios de año, los rancheros tuvieron que soportar uno de los peores inviernos de todos los tiempos, con temperaturas bajo cero varios días en una región donde tanto frío no es usual.
Pero para muchos la sequía ha sido peor, porque ha hecho subir desmesuradamente el costo del heno y algunas áreas están tan secas que el ganado se muere de sed.