El presidente Donald Trump advirtió el martes que no sería bueno que el acuerdo sobre Brexit que permitirá la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea impida el comercio con Estados Unidos, justo cuando el máximo tribunal del bloque europeo empezó a considerar la revocación unilateral antes del 29 de marzo de 2019.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea inició el martes un procedimiento de urgencia ante la inminencia del Brexit.
La primera ministra Theresa May que emprendió el martes una gira por el país en un intento desesperado de ganarse a la opinión pública, respondió hoy mismo a Trump, diciendo que un acuerdo comercial era posible y que se estaba progresando bien al respecto.
La agencia France-Presse (AFP) citó el martes las críticas de Trump al acuerdo, con lo que se sumó a los detractores de la medida negociada por May con sus socios europeos y que aboga por una relación "lo más estrecha posible" tras el Brexit, previsto el próximo 29 de marzo.
"Este parece ser un acuerdo muy bueno para la UE", dijo a los periodistas de la Casa Blanca.
"Debemos considerar seriamente si al Reino Unido se le permite comerciar o no. Si se mira el acuerdo, puede que no se les permita comerciar con nosotros y eso no sería bueno", agregó.
"No creo que quieran eso en absoluto", no poder comerciar con Estados Unidos, afirmó el magnate republicano, considerando que “sería un aspecto muy negativo del acuerdo”.
Y dijo tener la esperanza de que Theresa May "pueda hacer algo al respecto".
May dijo a Trump el martes que Gran Bretaña podrá lograr acuerdos comerciales con países como Estados Unidos después de que haya abandonado la UE.
"Si nos fijamos en la declaración política (...) se identifica claramente que tendremos una política comercial independiente y podremos realizar acuerdos comerciales con países de todo el resto del mundo", dijo May.
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En julio pasado, Trump dijo que quiere asegurarse de que Estados Unidos "pueda comerciar y no tengamos ninguna restricción" en el comercio con el Reino Unido tras su salida de Brexit. Tanto May como Trump han dicho que esperan tener un acuerdo comercial bilateral.
Los defensores de un Brexit duro, también dentro del Partido Conservador de la primera ministra británica, consideran que esta hizo concesiones inaceptables a la UE.
Y aunque May quiere retomar el control de sus políticas migratorias, dejar de contribuir al presupuesto europeo y no estar sometidos a la Corte Europea de justicia, también aspira a negociar ambiciosos tratados comerciales con otros países, empezando por Estados Unidos.
A su vez defendió el acuerdo alcanzado el domingo: "En cualquier negociación, uno no consigue todo lo que quiere", dijo. "Si la gente piensa que se puede de algún modo hacer otra negociación, no es el caso".
Un portavoz de May había respondido más temprano el martes a Trump: "Ya hemos puesto las bases de un acuerdo ambicioso con Estados Unidos".
Siguen las presiones
Un grupo de legisladores escoceses quiere saber hasta qué punto Gran Bretaña puede dar marcha atrás unilateralmente en el proceso, en parte porque el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que aborda la salida del bloque, es parco en detalles.
Se espera que la decisión judicial se demore varias semanas y podría no producirse hasta el año nuevo, cerca de la fecha de salida.
May está apelando directamente a su electorado y legisladores para que respalden su acuerdo de divorcio, alegando que cualquier otra alternativa sería un salto a lo desconocido. Los legisladores escoceses quieren dejar claro que existe una alternativa.
"En vísperas de la votación más importante en la historia reciente de Gran Bretaña, muchos parlamentarios están siendo presionados para creer que no hay alternativa a salir sin acuerdo o al acuerdo de May", dijo Alyn Smith, miembro del Partido Nacional Escocés en el Parlamento Europeo, que está entre los impulsores del caso.
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Con información de AP, AFP y Reuters