Donald Trump señaló que va a decidir “muy pronto” si impone o no aranceles a las importaciones de autos y autopartes.
En mayo, el mandatario declaró que las importaciones de autos representaban una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos que podía justificar aranceles y otras sanciones. Sin embargo, aplazó su decisión por seis meses, a la espera de negociaciones comerciales con la Unión Europea.
Empleando una herramienta poco usada en la política comercial de Estados Unidos, Trump citó además la seguridad nacional el año pasado cuando impuso aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio.
Gravar las importaciones de autos representaría una escalada mayor en las agresivas políticas comerciales de Trump. El año pasado, Estados Unidos importó 192.000 millones de dólares en automóviles y camionetas, y 159.000 millones de dólares en repuestos automovilísticos.
En septiembre, el primer ministro japonés Shinzo Abe dijo que Trump le había asegurado que un acuerdo existente para exentar a Japón de aranceles sobre autos seguía en vigor. Estados Unidos y Japón firmaron un acuerdo comercial limitado en octubre que no incluye el sector automotor. No obstante, Trump dijo que los dos países trabajan en un acuerdo más amplio.
Los aranceles de Trump, especialmente los gravámenes que ha impuesto sobre más de 360.000 millones de dólares en productos chinos, han desestabilizado negocios y contribuido a una desaceleración económica en Estados Unidos y el resto del mundo.
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