En un anuncio que tomó por sorpresa al propio designado, el presidente Donald Trump anunció que nominará al secretario interino del Departamento de Asuntos para Veteranos Robert Wilkie como dirigente permanente de la golpeada agencia encargada de velar por los intereses de los veteranos militares.
Trump hizo el anuncio el viernes durante un acto de la Casa Blanca sobre reforma carcelaria, mientras presentaba a miembros de su gabinete allí presentes.
Cuando Trump llegó a Wilkie, dijo: "Le estaré informado en breve, él todavía no sabe esto, lo vamos a nominar como secretario".
"Siento mucho haber arruinado la sorpresa", agregó.
El mandatario ya parecía impresionado con Wilkie. El mes pasado, Trump dijo en público que Wilkie estaba haciendo un "gran trabajo" en el Departamento. El viernes, el presidente añadió que Wilkie estaba haciendo un "trabajo increíble".
Wilkie ha dirigido la agencia desde marzo, cuando Trump despidió a David Shulkin en medio de un escándalo ético y de creciente rebelión interna en el Departamento. Trump nominó a Ronny Jackson, médico de la Armada que fue su doctor personal, pero Jackson retiró su nombre abruptamente el mes pasado, cuando surgieron quejas sobre su profesionalismo.
Wilkie, de 55 años, fue subsecretario del Pentágono para asuntos de personal y presteza. Como tal, supervisó una nueva política dirigida a detener el acoso en las fuerzas militares, luego de un escándalo sobre fotos de desnudos en línea sacudiera el Cuerpo de Infantería de Marina. El Senado lo confirmó de manera unánime para el puesto.
En el Departamento de Asuntos para Veteranos (conocido en inglés por las siglas de VA) Wilkie ha tratado de reconstruir el estado de ánimo en medio de una rebelión y agitación contra los intentos de Trump para expandir el acceso a los servicios privados de atención a la salud.
El jueves, Wilkie anunció un contrato de 10.000 millones con Center Corp. para reformar los archivos electrónicos de salud de millones de veteranos militares, un proyecto de 10 millones que tiene el ánimo de mejorar el cuidado de salud mental y facilitar el acceso a abastecedores privados.
La decisión de escoger a Wilkie refleja el deseo de Trump de que alguien con mano firme dirija la segunda agencia más grande del país luego de que Jackson retiró abruptamente su nombre como nominado.