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Trump descarta destitución de fiscal especial Mueller


El presidente Trump señaló que la acción de Mueller para acceder a los emails  suscitó un aumento de las críticas de los conservadores y reavivó los rumores de que el mandatario podría actuar para poner fin a la investigación.
El presidente Trump señaló que la acción de Mueller para acceder a los emails  suscitó un aumento de las críticas de los conservadores y reavivó los rumores de que el mandatario podría actuar para poner fin a la investigación.

El presidente Donald Trump dijo el domingo a los periodistas que no está considerando despedir al fiscal especial Robert Mueller, a pesar de que sus abogados le acusaron el fin de semana de acceder ilegalmente a miles de emails del equipo de transición presidencial de Trump.

“No. No lo estoy [considerando]”, dijo Trump cuando se le preguntó si estaba contemplando tal medida. De los correos electrónicos, Trump dijo: "No puedo imaginar que haya algo en ellos, francamente. Porque como lo dijimos, no hay colusión. No hay colusión de ningún tipo”.

El sábado, el asesor legal del equipo de transición de Trump envió una carta a dos comisiones del Congreso en la que decía que los investigadores de Mueller habían obtenido en forma indebida miles de documentos sobre la transición.

Los correos electrónicos en cuestión provienen de las computadoras de 13 altos funcionarios de transición de Trump y cubren el período desde que Trump fue elegido, a principios de noviembre de 2016, hasta cuando asumió el 20 de enero de 2017. Los mensajes incluyen discusiones sobre seguridad nacional y los posibles objetivos internacionales iniciales de Trump, junto con las evaluaciones de los entonces candidatos a formar parte de la nueva administración.

Un portavoz del fiscal especial defendió la legalidad de la obtención de los documentos.

“Cuando hemos obtenidos correos electrónicos durante nuestra actual investigación penal, hemos recurrido al consentimiento del propietario de la cuenta o al debido proceso penal”, afirmó a primera hora del domingo el portavoz de Mueller, Peter Carr.

Mueller solicitó los correos electrónicos a la Administración de Servicios Generales —la agencia gubernamental que administra los bienes federales donde trabajaba el equipo de transición de Trump y cuyas computadoras usaba. Sin informar al equipo de transición de Trump, la agencia los entregó el 1 de septiembre.

Kory Langhofer, un abogado representante del equipo de transición llamado Trump for America, que aún existe, se quejó el sábado con los comités de supervisión del Senado y la Cámara de Representantes de que Mueller había obtenido los correos electrónicos, a pesar “de que estaba consciente de que la GSA no poseía ni controlaba los registros en cuestión”.

El abogado de Trump dijo que los fiscales de Mueller "usaron ampliamente los materiales en cuestión" en su investigación actual sobre si la campaña de Trump coludió con Rusia para ayudarlo a derrotar a su rival demócrata, la exsecretaria de Estado de los EE. UU. Hillary Clinton.

Langhofer dijo que los fiscales sabían que algunos de los materiales estaban protegidos de la divulgación porque involucraban discusiones privadas entre los abogados de transición de Trump y los funcionarios que trabajan en la transición al poder.

Cuando se le pidió un comentario sobre los correos electrónicos, la portavoz de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders dijo: "Continuamos cooperando plenamente con el asesor especial y esperamos que este proceso finalice pronto”.

Sin embargo, Trump señaló que la acción de Mueller para acceder a los emails suscitó un aumento de las críticas de los conservadores, incluso de los abogados que participaron en la transición, y reavivó los rumores de que el mandatario podría actuar para poner fin a la investigación.

“No se ve bien. Es bastante triste ver que mi gente está muy molesta”, declaró Trump.

Un legislador republicano clave, el senador John Cornyn de Texas, dijo el domingo que sería un "error" que Trump destituyera a Mueller.

La extensa investigación de Mueller ya ha resultado en declaraciones de culpabilidad de dos asesores de Trump —el ex asesor de seguridad nacional Michael Flynn y el asesor en asuntos exteriores, George Papadopoulos— por mentir a los investigadores federales sobre sus contactos con funcionarios rusos.

La investigación también ha conducido a las imputaciones de dos antiguos funcionarios clave de la campaña, Paul Manafort y Rick Gates, en relación con sus esfuerzos de cabildeo por Ucrania que son anteriores a la llegada de Trump a la Casa Blanca.

Trump ha menospreciado regularmente a Mueller y a las investigaciones del Congreso sobre los vínculos de su campaña con Rusia, y los republicanos han criticado cada vez más la investigación de Mueller por considerarla parcial en contra de Trump.

Mueller despidió a un investigador clave del FBI en la investigación cuando se descubrió que había intercambiado comentarios negativos sobre Trump en correos electrónicos con otra funcionaria del FBI relacionada con la investigación. El presidente ha dicho que tal intercambio ha sido una "desgracia".

Mueller también está investigando si Trump obstruyó la justicia al despedir al ex director del FBI James Comey en mayo. Comey lideraba la investigación de Rusia antes de que Mueller fuera nombrado para reemplazarlo.

Comey testificó ante un panel del Congreso que antes de ser despedido, Trump lo instó a abandonar su investigación de Flynn, un exgeneral del ejército que sirvió en la Casa Blanca de Trump por menos de un mes antes de que Trump lo despidiera por haber mentido al vicepresidente Mike Pence y otros sobre sus contactos con el embajador de Rusia en los Estados Unidos durante el período de transición.

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