Este viernes, el presidente Donald Trump reconoció a uno de los principales donantes del partido republicano y otros seis “estadounidenses extraordinarios” con la Medalla Presidencial de la Libertad, el mayor honor del país para un civil.
Individuos que realizan “contribuciones extraordinarias a la vida y cultura estadounidense” recibieron la medalla, afirmó Trump, agregando que era un “verdadero privilegio” presentársela a esos seis hombres y una mujer, quienes representan los campos del entretenimiento, deportes, leyes, medicina, política y filantropía.
Miriam Adelson es una doctora, filántropa y esposa de Sheldon Adelson, un magnate de casino de Las Vegas considerado uno de los donantes del partido republicano más poderoso del país. Los Adelson donaron $30 millones de dólares a la campaña de Trump, en los meses finales de la contienda, en 2016. Continuaron donando $100 millones de dólares al partido republicano para las elecciones de medio término, la semana pasada.
Trump afirmó que Miriam Adelson es “alguien que ha trabajado tan duro. No tiene que hacerlo, pero lo hace, 24 horas al día; eso es lo que ella hace”.
“A través de décadas de investigación innovadora, filantropía y tratamiento, Miriam ha ayudado a cientos a liberarse de sus adicciones a la droga y alcohol”, dijo Trump. “Sé el trabajo que has hecho, y tú has sido verdaderamente increíble”.
Miriam Adelson es una estadounidense naturalizada nacida en Israel que consiguió su título de medicina en la Universidad de Tel Aviv y fundó un centro de tratamiento de abuso de droga y centros de investigación, en Las Vegas y Tel Aviv. Ella y su esposo son dueños de Las Vegas Review-Journal y el diario Israel Hayom.
Los Adelson son también ávidos partidarios de Israel. Trump destacó lo “muy felices” que fueron cuando él movió la Embajada de EE.UU. de Tel Aviv a Jerusalem.
Trump también honró al senador de Utah, Orrin Hatch. Como uno de los senadores republicanos que más ha servido en la historia de EE.UU. Hatch se retira en enero, después de más de 40 años. Trump llamó a Hatch como “un gran amigo mío” a quién “le gusté desde un principio y, por eso, me gusta“.
El juez ya retirado de la Corte Suprema de Minnesota, Alan Page, quien jugó con los NFL los Vikingos de Minnesota y los Osos, de Chicago, antes de optar por una carrera en leyes, y Roger Staubach, el quarterback de los Vaqueros de Dallas, también recibieron la medalla.
Honores póstumos fueron otorgados a Elvis Presley, el beisbolista Babe Ruth y Antonin Scalia, el juez conservador de la Corte Suprema. Seis de los nueve jueces, actualmente en servicio en la Corte Suprema de EE.UU., incluido el más nuevo de ellos, Brett Kavanaugh, fueron a la ceremonia de la Casa Blanca.
Trump afirmó que Ruth y Presley son “verdaderas leyendas”, cuyo legado vivirá por siempre.
Algunos cuestionaron la decisión de Trump de reconocer a Miriam Adelson tras las elecciones del 6 de noviembre.
Robert Weissman, presidente del grupo de interés público Public Citizen, dijo que la decisión fue "emblemática de la presidencia corrupta y transaccional de Donald Trump".
Pero Elliott Abrams, quien tuvo posiciones en política exterior en la presidencia de Ronald Reagan y George W. Bush, calificó esas quejas como “ridículas”.
Abrams apuntó que Miriam Adelson ha donado su tiempo y dinero para combatir la adicción. Él contrastó su premio con los dados por el presidente a Barack Obama a Chita Rivera, Robert De Niro, Barbra Streisand, Ellen DeGeneres y Warren Buffett, entre otros.
“Personas que no dijeron nada sobre todo eso y ahora critican la medalla del Dr. Adelson están simplemente siendo desagradables y partidarios, y en realidad no están viendo su notable conocimiento y caridad en el campo de la adicción química”.
La vocera de la Casa Blanca, Lindsay Walters, dijo que Trump usó el proceso que la anterior administración siguió para seleccionar a los nominados. Fue coordinado por la oficina del secretario, incorporando recomendaciones del público, órganos consultivos presidenciales relevantes, el gabinete y personal de alto rango de la Casa Blanca.
Los presidentes tienen total discreción sobre a quién honran con la Medalla Presidencial de la Libertad.
La condecoración se otorga a individuos “que hayan hecho contribuciones especialmente meritorias a la seguridad o interés nacional de los Estados Unidos, a la paz mundial, o a la cultura o otros esfuerzos públicos o privados significativos”.
Miriam Adelson afirmó que está profundamente "conmovida por este excepcional honor”.
“La libertad están en el corazón de mis décadas de trabajo contra el abuso de sustancias. La dependencia de la droga es esclavitud para el que la usa, su familia y la sociedad, y el tratamiento, una emancipación”, afirmó en una declaración el jueves.