El presidente Donald Trump, de 70 años, fue juramentado administrado por el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, exactamente a las 12:00 del mediodía de este jueves, convirtiéndose en el 45o. presidente de Estados Unidos.
Su esposa, Melania estuvo a su lado sosteniendo dos biblias, una que uso el presidente Lincoln en su ceremonia inaugural, y otra que perteneció a la madre de Trump y que le regaló en 1955.
Momentos antes había tomado juramento el vicepresidente Mike Pence, por parte del magistrado Clarence Thomas.
Las juramentaciones fueron precedidas por oraciones y citas bíblicas de varios pastores, incluyendo del arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, y del ministro Samuel Rodríguez, de California, que leyó pasajes del Sermón de la Montaña.
Cientos de miles de personas presenciaron la ceremonia y millones más la siguieron a través de la televisión y el internet no solo en Estados Unidos sino en todo el mundo.
Trump amaneció en la Blair House, una mansión ubicada muy cerca de la Casa Blanca y destinada a hospedar a jefes de Estado en sus visitas oficiales a Washington.
La tradición marca que los presidentes electos pasan los últimos días de la transición en esa casa de huéspedes, pero Trump tan solo habrá dormido una noche en la Blair House, ya que ha preferido seguir en Nueva York hasta el último momento.
Tras la juramentación, el presidente Trump tenía previsto asistir a un banquete en el Capitolio y luego dirigirse al desfile inaugural sobre la Avenida Pennsylvania que comienza a las 3 de la tarde.
Unos 28.000 miembros de diferentes cuerpos de seguridad forman el masivo dispositivo que ha hecho de Washington un fortín con barricadas a lo largo de un extenso perímetro para evitar ataques de "lobos solitarios" con camiones como los de Niza (Francia) y Berlín.”
Se espera que unas 900.000 personas acudan a la capital estadounidense para presenciar la asunción de Trump.
Entre ellas, decenas de miles de manifestantes ser habían congregado en las calles de la capital para participar en una de las investiduras presidenciales más conflictivas que se recuerden.
El movimiento Dirupt20J, por ejemplo, espera congregar 100.000 opositores para bloquear el acceso a los invitados a los bailes presidenciales y a los puntos de acceso al desfile inaugural de Trump y la flamante primera dama, Melania.