El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a su antecesor Barack Obama de "interceptar" sus teléfonos durante la campaña electoral, aunque no ofreció pruebas ni aclaró a qué se debía la denuncia.
Trump dijo en una serie de tuits que "acabo de descubrir que Obama hizo 'intervenir' mis teléfonos en la Torre Trump".
“¡Terrible! Acabo de descubrir que Obama tenía mis "cables interceptados" en la Torre Trump justo antes de la victoria. Nada Encontrado. ¡Esto es deslealtad!”
La VOA pidió a los funcionarios de la Casa Blanca un comentario sobre los acontecimientos del sábado pero no recibió una respuesta inmediata.
Ni el FBI ni el Departamento de Justicia, tenían declaraciones relevantes.
Obama lo niega
Un portavoz del expresidente estadounidense, Barack Obama, ha desmentido que Obama ordenase interceptar las comunicaciones de Donald Trump en octubre, cuando aún era candidato a la Presidencia.
"Ni el presidente Obama ni ningún cargo de la Casa Blanca, ordenó jamás vigilar a ningún ciudadano estadounidense. Cualquier sugerencia en otro sentido es sencillamente falsa", ha apuntado el portavoz de Obama, Kevin Lewis, a través de un comunicado.
Los tuits del presidente Trump podrían ser una respuesta al clamor de los demócratas ante las revelaciones de que el secretario de Justicia, Jeff Sessions, no reveló durante su audiencia de confirmación en el Senado los contactos que tuvo con el embajador ruso.
“¡Apuesto a que un buen abogado podría hacer un gran caso de que el presidente Obama estaba tocando mis teléfonos en octubre, justo antes de la elección!”
Sessions, que en ese momento era senador, fue uno de los primeros en apoyar a Trump.
Las agencias de inteligencia estadounidense han revelado que Rusia ayudó a Trump a ganar las elecciones.
“¿Cuán bajo a caído el presidente Obama al interceptar mis teléfonos durante el proceso electoral? Eso es muy sagrado. Esto es Nixon/Watergate. ¡Malo (o enfermo) chico!”
Las demandas vienen cuando la administración de Trump se enfrenta a la creciente presión de múltiples investigaciones del FBI y del Congreso, sobre los contactos entre miembros de su equipo de campaña y funcionarios rusos.
La portavoz de la Casa Blanca, Hope Hicks, dijo que las reuniones en la Torre Trump, tenían como objetivo "establecer una línea de comunicación" entre el gobierno entrante y el embajador ruso.
El FBI buscó la orden FISA
En un tuit, el ex analista de la Agencia Nacional de Seguridad y el oficial de contrainteligencia John Schindler, sugirió que las acusaciones del presidente podrían pertenecer a la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera de 1978 (FISA).
Ley que permite la vigilancia legal y la recolección de información entre países extranjeros y sus agentes.
El FBI solicitó y obtuvo en octubre una orden judicial de la FISA para investigar los presuntos vínculos entre Rusia y las personas vinculadas a la campaña Trump, según dos fuentes e informes de prensa anteriores.
El Departamento de Justicia creía que cuatro estadounidenses eran "agentes involuntarios" de Rusia.
Había "una causa probable que habían sido corroborada y esa fue la base de la orden" concedida por el tribunal, según lo afirmó el abogado especializado en asuntos de seguridad nacional, Bradley Moss, quien habló con VOA.
Una petición similar anterior del FBI, más amplia en alcance, aparentemente se había hecho a la corte en secreto cuatro meses antes, pero fue rechazada. "Eso es en gran parte inaudito", dijo Moss.
Demócratas
Por su parte el demócrata de más alto rango en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Ben Cardin, dijo que si el gobierno de Obama hubiera supervisado las actividades en la Torre Trump, habría necesitado autorización del tribunal de FISA.
Funcionarios del gobierno estadounidense se reúnen con representantes de gobiernos extranjeros en muchas ocasiones y por muchas razones, pero la administración del Trump había negado durante meses que hubiera contacto entre los funcionarios rusos y la campaña del nuevo presidente.
(Este artículo contó con la colaboración especial de Steve Herman de la VOA)