El presidente Donald Trump vetó el viernes una medida para poner fin a su declaración de emergencia para financiar un muro fronterizo, respondiendo a los legisladores republicanos y demócratas que se opusieron a la polémica acción con el primer veto de su presidencia.
Si bien es poco probable que el Congreso reúna los votos para anular el veto, la reprimenda de algunos miembros de su propio partido dejó a Trump herido políticamente, al menos temporalmente.
La resolución, emitida por la Casa Blanca y firmada por el presidente indicó que le medida "ignora estas realidades. Es una resolución peligrosa que socavaría la soberanía de Estados Unidos y amenazaría las vidas y la seguridad de innumerables estadounidenses". Por eso, es devuelta a la Cámara sin aprobación.
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Reiteró que la situación en la frontera es una emergencia nacional y necesita de las Fuerzas Armadas para enfrentarla.
Solo el mes pasado, según el texto, el CBP "detuvo a más de 76,000 extranjeros que intentaron ingresar a Estados Unidos a lo largo de la frontera sur, el mayor total mensual en los últimos 5 años". Agregó que, en el año fiscal 2018, "CBP incautó más de 820,000 libras de drogas en nuestra frontera sur, incluidas 24,000 libras de cocaína, 64,000 libras de metanfetamina, 5,000 libras de heroína y 1,800 libras de fentanilo".
El texto también indica que una de cada tres mujeres migrantes sufre abuso sexual y siete de cada 10 migrantes son víctimas de violencia.
La votación bipartidista en el Senado el jueves, que aprobó la medida fue una bofetada a Trump por su decisión de burlar al Congreso y tomar el dinero ya designado para que otros programas paguen una barrera a lo largo de la frontera de EE. UU.-México.
Doce de los republicanos de Trump se unieron a los demócratas para aprobar la medida para poner fin a la declaración de emergencia.
Trump calificó la resolución de imprudente y dijo que estaba orgulloso de vetarla.
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Trump expresó su orgullo por los republicanos que no votaron para apoyar la resolución y dijo más tarde que simpatizaba con los que lo desafiaron, y agregó que hicieron lo que tenían que hacer.
La Casa Blanca había presionado enérgicamente para que los republicanos respaldaran a Trump, a pesar de las preocupaciones de algunos sobre la exageración ejecutiva y la acción de establecimiento de precedentes que un futuro presidente demócrata podría copiar en las políticas a las que se oponen los republicanos.
El fiscal general de Estados Unidos, William Barr, dijo que la acción que había tomado el presidente era legal.
La declaración de emergencia está siendo cuestionada en los tribunales como una usurpación inconstitucional del poder del presidente.
Trump estaba flanqueado por funcionarios fronterizos y personas cuyos familiares fueron asesinados por alguien que estaba ilegalmente en Estados Unidos.
El presidente dijo que quiere un muro para evitar que los inmigrantes crucen ilegalmente a su país. Los demócratas niegan que haya una emergencia en la frontera, diciendo que los cruces fronterizos están en un mínimo de cuatro décadas.
Trump agradeció a los senadores republicanos que votaron por su declaración en una publicación de Twitter el viernes: "Me gustaría agradecer a todos los Grandes Senadores Republicanos que votaron valientemente por una Seguridad Fronteriza Fuerte y el MURO. Esto ayudará a evitar que el crimen, la trata de personas y las drogas ingresen a nuestro país. Miren, cuando regresen a su estado, ¡ellos los AMARÁN más que nunca!".
El presidente hizo del muro fronterizo una promesa central de su campaña de 2016 para la Casa Blanca. Inicialmente, insistió en que México pagaría por el muro, pero se negó a hacerlo. El año pasado, Trump forzó el cierre de un gobierno por un callejón sin salida con el Congreso por la financiación del muro.
Cuando un acuerdo para evitar otro cierre no le dio los fondos que solicitó, Trump declaró una emergencia nacional, redirigiendo los fondos que se asignaron a otros proyectos para construir el muro.
Con información de Reuters.
