Las autoridades turcas decomisaron 150 kilogramos de explosivos y detuvieron a cuatro presuntos militantes islámicos que supuestamente planeaban un ataque "sensacional", informó la agencia de noticias Dogan.
La policía también recuperó 24 cinturones de ataque suicida, detonadores de control remoto y varios cañones de los islamistas, durante una operación en las afueras de Gaziantep, cerca de la frontera siria.
No había información sobre la nacionalidad de los sospechosos, quienes supuestamente estaban siguiendo órdenes de cabecillas del Estado Islámico en Siria. Uno de los sospechosos era buscado por pertenecer a una organización terrorista, informó el gobierno.
El video de la operación del jueves muestra que se usan perros rastreadores para descubrir las armas y explosivos, que fueron enterrados en el suelo en un área abierta.
La policía en Turquía ha intensificado sus operaciones antiterroristas desde que un ataque de Año Nuevo en una discoteca de Estambul mató a 39 personas, en su mayoría extranjeros. Ese ataque fue reivindicado por IS.
La semana pasada, las autoridades turcas detuvieron a 750 personas con presuntos vínculos con el grupo terrorista en una gigantesca operación que abarcó 29 provincias.
La operación policial ocurrió al mismo tiempo que el director de la CIA, Mike Pompeo, se encuentra en Turquía para reunirse con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro Binali Yildirim y el jefe de espionaje de Turquía, Hakan Fidan.
