Turquía negó haber llegado a un acuerdo con Estados Unidos para permitir el uso de una base militar en el país para lanzar operaciones contra militantes del grupo Estado islámico en Siria e Irak.
Autoridades estadounidenses habían dicho anteriormente este lunes que se había llegado a acuerdo para usar la base aérea estadounidense en Incirlik, a unos 100 kilómetros de la frontera turca con el noroeste de Siria, para lanzar ataques aéreos.
Ankara dijo que no se ha llegado a tal acuerdo, pero que continúan las negociaciones.
Bajo los acuerdos de la OTAN, a la que pertenece Turquía, la base aérea podría ser usada para los ataques como antes ha sido usada para ayudar a entregar asistencia humanitaria a los civiles dentro de Siria en ocasiones anteriores.
El uso de la base facilitaría la capacidad para atacar a los extremistas del grupo Estado islámico que tienen bajo asedio la ciudad de Kobani, bombardeos que se originan en algún lugar no revelado de la región.
Turquía insiste en que no permitirá ataques desde su territorio a menos que la guerra se extienda a combatir al presidente sirio Bashar al-Assad, a quien considera responsable del auge de los extremistas islámicos.
Funcionarios de defensa de EE.UU. también dijeron que Turquía había acordado recibir y entrenar a combatientes opositores sirios que luchan contra insurgentes del grupo Estados islámico y el presidente sirio, Bashar al-Assad.
Un equipo del Pentágono va a viajar a Turquía esta semana para finalizar los planes, pero no se sabe cómo la declaración turca pueda afectar ese viaje.