Turquía va a solicitar a las autoridades estadounidenses que entreguen sus bases militares en Siria a Ankara o que las destruyan, informó el periódico Hurriyet, una solicitud que podría complicar aún más las discusiones sobre la retirada de Estados Unidos de Siria.
Es previsible que la solicitud se haya producido en las conversaciones del martes del asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, y su homólogo turco, Ibrahim Kalin.
Bolton también había agregado una condición a las conversaciones: Turquía debe aceptar proteger a la milicia kurda YPG, aliada de Estados Unidos y que Ankara considera un grupo terrorista.
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Por el momento no se ha podido establecer, tras las conversaciones, si alguna de las condiciones se ha cumplido. En un contexto de tensión por los planes de Estados Unidos de salir de Siria, Bolton no se reunió con el presidente Tayyip Erdogan.
Trump dijo el mes pasado que llevaría de vuelta a casa a unos 2.000 soldados estadounidenses en Siria, al considerar que habían tenido éxito en su misión de derrotar al Estado Islámico.
Su repentina decisión despertó la preocupación entre funcionarios en Washington y sus aliados en el extranjero y llevó al Secretario de Defensa Jim Mattis a dimitir.
El YPG ha sido un aliado clave en la campaña contra el Estado Islámico, con una alianza que durante mucho tiempo ha causado tensiones entre Washington y Ankara.
Turquía considera al YPG como una extensión del ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que ha librado una insurgencia durante tres décadas en el sureste de Turquía, una región principalmente kurda.
"Entrégalas o destrúyelas", decía el titular del periódico Hurriyet, en referencia a las 22 bases militares de Estados Unidos en Siria. Fuentes no identificadas habrían dicho al diario que Turquía no aceptaría que Washington las entregara al YPG.