El destino de una destrozada localidad minera en el este de Ucrania estaba en juego el miércoles, mientras fuerzas ucranianas resistían una feroz ofensiva en lo que se ha convertido en un sangriento foco de atención tras casi 11 meses de guerra.
Aunque es improbable que suponga un punto de inflexión en la guerra, la caída de Soledar ante fuerzas del Kremlin tras meses de defensa ucraniana sería un hito en el campo de batalla y ofrecería a las tropas rusas una base estratégica para sus esfuerzos de rodear la ciudad cercana de Bajmut.
Las afirmaciones rusas de que ha conquistado Soledar son “inciertas”, dijo el miércoles el vocero del Grupo Oriental de Fuerzas de Ucrania, Serhiy Cherevaty, según el medio ucraniano de noticias Suspilne.
Cherevaty no dio más detalles y sólo indicó que el Estado Mayor daría más información más adelante.
En su reporte del miércoles por la mañana, el Estado Mayor sólo incluía Soledar entre las ciudades y pueblos que seguían recibiendo proyectiles de fuerzas rusas.
Yevgeny Prigozhin, director del Grupo Wagner -un contratista militar privado ruso- afirmó el martes por la noche en mensajes de voz compartidos en medios sociales rusos que sus fuerzas habían tomado Soledar, aunque dijo que aún había combates en el centro de la ciudad.
Las autoridades ucranianas no hicieron comentarios sobre la afirmación y The Associated Press no pudo verificarla.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, dijo esta semana que “todo está completamente destruido” en la zona.
“Toda la tierra cerca de Soledar está cubierta con los cadáveres de los ocupantes y cicatrices de los ataques”, dijo el mandatario. “Es la imagen de la locura”.
Soledar, conocida por sus minas y procesamiento de sal, se encuentra en la región de Donetsk y tiene poco valor por sí misma. Pero está en una posición estratégica 10 kilómetros (6 millas) al norte de Bajmut, que las fuerzas rusas tratan de rodear.
Tomar Bajmut interrumpiría las rutas de suministro ucranianas y abriría una vía para que las fuerzas rusas avanzaran hacia Kramatorsk y Sloviansk, dos bastiones ucranianos clave en Donetsk.
Rusia se anexionó de forma ilegal Donetsk y otras tres provincias ucranianas en septiembre, pero sus tropas han tenido problemas para avanzar. Después de que las fuerzas ucranianas retomaran la ciudad sureña de Jersón en noviembre, la batalla en torno a Bajmut se recrudeció.
El Institute for the Study of War señaló que las fuerzas rusas enfrentaban una “residencia ucraniana ordenada” en torno a Bajmut.
“La realidad del control del terreno cuadra a cuadra en Soledar se ve complicada por la naturaleza dinámica del combate urbano (...) y las fuerzas rusas han tenido problemas en gran parte para hacer avances tácticos significativos en la zona de Soledar desde hace meses”, indicó el centro de estudios.
Un aspecto excepcional de la batalla cerca de Bajmut es que parte de los combates se han producido en torno a accesos a túneles de minas de sal en desuso, que recorren unso 200 kilómetros (120 millas), según reportes occidentales de inteligencia.
Varias ciudades en el frente en las provincias orientales ucranianas de Donetsk y Luhansk han registrado intensos combates en los últimos meses.
Las dos provincias forman el Donbás, una amplia región industrial que hace frontera con Rusia que Putin identificó como un objetivo desde el inicio de la guerra, y donde separatistas con apoyo ruso combaten a fuerzas del gobierno ucraniano desde 2014.
Una dura ofensiva oriental rusa capturó casi todo Luhansk durante el verano. Donetsk escapó al mismo destino, de modo que el ejército ruso aumentó sus efectivos y recursos en torno a Bajmut.
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