Un pueblo en la región fronteriza en el oeste de Rusia fue evacuado este domingo tras una serie de explosiones desencadenadas cuando los restos de un dron ucraniano derribado prendieron fuego a un almacén cercano, según autoridades locales.
Imágenes en medios sociales parecían mostrar nubes de humo negro que se alzaban sobre la región de Voronezh, mientras se oía una sucesión de fuertes explosiones.
Los restos de la aeronave provocaron “la detonación de objetos explosivos”, según el gobernador, Aleksandr Gusev. No se reportaron víctimas, aunque los vecinos del cercano poblado en el distrito de Podgorensky fueron evacuados, señaló.
También se cortaron carreteras mientras servicios de emergencias, militares y funcionarios del gobierno trabajaban en el lugar.
Un funcionario ucraniano de seguridad dijo a AP que se había lanzado un ataque contra un almacén de municiones en la localidad de Serhiivka, en la región de Voronezh.
“El enemigo almacenaba misiles tierra-tierra y tierra-aire, proyectiles para tanques y artillería y cajas de cartuchos para armas de fuego”, dijo el funcionario, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a los medios. “Es de este almacén de donde los ocupantes entregan municiones a sus tropas en Ucrania”.
El Ministerio de Defensa ruso no mencionó el suceso en su reporte de la mañana, aunque dijo que los sistemas antiaéreos habían destruido un dron ucraniano sobre la región de Belgorod.
Por su parte, las autoridades en la provincia rusa de Krasnodar informaron el sábado de un incendio en un depósito de crudo también debido a restos de un dron derribado. El fuego estaba extinguido para el domingo por la mañana, según los servicios de emergencia.
Los ataques se produjeron después de que un vocero militar ucraniano dijo el jueves a AP que las tropas de Kiev se habían retirado de un vecindario a las afueras de Chasiv Yar, una población estratégica en la región ucraniana de Donetsk que ha quedado reducida a escombros durante la ofensiva rusa del último mes.
Las fuerzas rusas llevan meses tratando de arañar terreno en el este industrial de Ucrania, en un aparente intento de llevar a sus defensores a una guerra de desgaste. Las fuerzas de Moscú están perdiendo entre 200 y 250 soldados en Ucrania al día, según una investigación independiente de los medios rusos independientes Meduza y Mediazona.
Analistas militares dicen que la caída de Chasiv Yar también podría comprometer rutas cruciales de suministro ucranianas y poner en peligro a ciudades cercanas, lo que acercaría a Rusia a su objetivo declarado de tomar toda la región de Donetsk.
Los ataques rusos también han castigado con dureza la infraestructura energética ucraniana. Autoridades en Kiev dijeron el sábado que la ciudad había restablecido dos tercios de su capacidad de generación después de ataques recientes de misiles rusos que destruyeron centrales importantes.
“Se ha hecho un trabajo colosal”, dijo el número dos del gobierno de la ciudad de Kiev, Petro Panteleev. “Las instalaciones energéticas de la ciudad, que fueron construidas principalmente en la era soviética, se están modernizando y haciendo mucho más eficientes”.
Rusia lanzó durante la noche dos misiles balísticos y 13 drones Shahed, según dijeron el domingo funcionarios de la fuerza aérea ucraniana. Todos fueron derribados, aunque las autoridades no dieron detalles sobre el impacto de los misiles.
Ocho personas murieron en ataques rusos en Ucrania en el último día, según autoridades regionales locales.
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