El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, decretó el lunes “emergencia hídrica” en el país luego de más de siete meses de sequía y con uno de los embalses de agua dulce que abastecen al 60 % de Montevideo y a una zona metropolitana donde reside el 60 % de la población bajo mínimos.
Lacalle Pou anunció que exonerará de impuestos al agua embotellada y que se controlará su precio al decretar la estado de emergencia hídrica. Este mecanismo, añadió, le permitirá al gobierno hacer una obra en treinta días para potabilizar agua en el arroyo San José e inyectarla al sistema de potabilización y distribución del país.
La última información disponible de Obras Sanitarias del Estado (OSE), la empresa estatal potabilizadora y distribuidora del agua, de hace cinco días atrás es que de los 67 millones de metros cúbicos que tiene el embalse de San Severino, el más grande de Uruguay, ubicado en el Río Santa Lucía, quedaban 3,7 millones de metros cúbicos. El otro embalse que abastece a la capital es el de Canelón Grande, también en escasez de agua.
No obstante, el presidente afirmó en conferencia de prensa el lunes que “el suministro de agua (en el grifo) está asegurado”. Pero advirtió que se está monitoreando la calidad del agua. “No se va a cortar el suministro del agua, lo que puede pasar es que haya un agua de peor calidad” que la actual, aclaró.
El río Santa Lucía, uno de los cursos de agua más importantes de Uruguay abasteció durante más de 150 años de agua dulce a Montevideo y su zona de influencia hasta los primeros días de mayo de este año. Entonces las autoridades decidieron tomar agua salada del Río de la Plata, lo que duplicó los niveles de sodio y también de cloruros para su desinfección.
Estos niveles y otros como los del trihalometanos o hierro han duplicado los estándares permitidos por la norma uruguaya de agua potable. Además, siguen subiendo según las analíticas dadas a conocer por la Unidad Reguladora de Servicios de Agua y Energía del país.
El presidente dijo que estudian con las autoridades del Ministerio de Salud Pública autorizar elevar los parámetros físico-químicos del agua del grifo hasta que “sea consumible”, dijo. También se comprometió a que la OSE, la empresa estatal que se encarga del suministro y potabilización de agua, informe periódicamente sobre esos parámetros del agua que se suministra.
En la sede de gobierno, Lacalle Pou reafirmó que se continuará proporcionado hasta dos litros de agua por día para algunos sectores de menores ingresos.
La situación provocó la queja de ciudadanos durante la conmemoración el lunes del natalicio del prócer patrio José Artigas en la ciudad de Sauce, Canelones. Ante la presencia del mandatario, lanzaron críticas como que “no es sequía, es saqueo” o que “el agua no se vende”.
“Nuestro aliado, el que soluciona el problema es la lluvia”, dijo Lacalle Pou días atrás. “Pero lamentablemente no ha caído”, señaló.
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