Una hilera de portones bajo llave, piezas metálicas oxidadas y maleza creciendo en los patios de las fábricas son las postales que muestra Valencia, a dos horas de Caracas, la capital de Venezuela. La otrora ciudad industrial del país es muestra del deterioro de la actividad empresarial.
La confederación de industriales afirma que la situación es consecuencia de la política de expropiaciones y de restricciones impuestas por el gobierno del expresidente Hugo Chávez y el gobierno en disputa de Nicolás Maduro.
"Las empresas que están funcionando en este instante están trabajando con una capacidad máxima del 20 por ciento. No tenemos una estadística 100 por ciento cierta, pero de 13.000 empresas que teníamos activas en Venezuela, estamos hablando de que tenemos 2500 funcionando”, afirma a la Voz de América Luis Alberto Hernández, presidente de la Cámara de Industriales del estado Carabobo.
El principal motor de la economía de esta zona del centro de Venezuela era el ensamblaje de automóviles de las trasnacionales General Motors, Ford y Chrysler.
Hernández asegura que, de estas tres empresas, “General Motors ya se fue del país. Las instalaciones quedaron abandonadas allí (…) y las otras dos Ford y Chrysler, durante el año, no han producido una unidad de vehículo".
De acuerdo con la Confederación de Industriales de Venezuela, el 80 por ciento de las empresas del país reconocieron que tuvieron que disminuir su producción el año pasado.
En el primer trimestre de 2019 en todo el país se fabricaron apenas 65 autos, cifra minúscula en comparación con los 45 mil que se produjeron una década antes, según la Cámara Automotriz.
"Años atrás la zona industrial era bastante productiva. Ahorita ha decaído un poco. Hay empresas que han cerrado. Las pocas que están tienen poco personal. Han cerrado sus puertas por la situación", asegura a la VOA, Yenny Bravo, trabajadora zona industrial Valencia.
Gregorio Briceño laboró desde 1979 hasta hace un par de años en la industria automotriz, pero hoy su puesto de trabajo ya no existe. "General Motors llegó a fabricar en un día 200 a 309 vehículos. Hoy en día todo está paralizado", afirmó a la Voz de América.
El principal argumento que esgrime la industria sobre su caída es la imposibilidad de contar con materias primas para producir y la política de controles de precios, pero el presidente en disputa, Nicolás Maduro, ha enviado un mensaje a los empresarios.
"Ustedes me conocen bien a mí y saben que pueden contar conmigo para siempre, para ir a un proceso combinado integrado de desarrollo", afirmó.
En los últimos cinco años, 44 compañías internacionales como Kellog's y Firestone se han ido de Venezuela, según la Confederación de Industriales, por las dificultades para funcionar en el país.