El presidente de Vanuatu, el pequeño archipiélago del Pacífico Sur que fue arrasado por un ciclón el fin de semana, dijo el lunes que el fenómeno fue un monstruo que destruyó o dañó el 90% de las edificaciones en la capital y ha obligado a la nación a comenzar de cero.
Baldwin Lonsdale, hablando en Japón cuando se preparaba para regresar a su país con otros funcionarios con quienes asistía a una conferencia de la ONU sobre reducción de riesgos durante desastres, dijo que se ha confirmado hasta ahora la muerte de seis personas y 30 heridos, tras el paso del ciclón Pam.
"Este es un ciclón muy devastador... Es un monstruo que ha golpeado a la república de Vanuatu. Y nuevamente es un revés para el gobierno y para el pueblo de Vanuatu. Después de todo el desarrollo que hemos tenido, todo ese desarrollo ha sido arrasado. Esos significa que debemos comenzar de nuevo”, dijo Lonsdale.
El mandatario apeló a la ayuda internacional para lo que llamó “un paraíso”.
Entretanto socorristas dijeron el lunes que las condiciones en Vanuatu están entre las peores que han visto y que existe un gran riesgo de enfermedades contagiosas.
Derek Brien, un funcionario del Instituto de Política Pública del Pacífico, dijo a la Voz de América desde Port Vila, la capital de Vanuatu, que “todo ha sido arrasado” y que “es lo más terrible porque la gente depende de sus jardines para los alimentos”, pero todos los árboles frutales y sembríos han sido destruidos.
