Colombia tiene desde este domingo a su primera santa por lo que una nutrida delegación de ese país, encabezada por el presidente Juan Manuel Santos, viajó al Vaticano para participar de la ceremonia.
La Madre Laura falleció en 1949. Fundó la comunidad Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena. Dedicó parte de su existencia a los indígenas. Escribió más de siete libros en lo profundo de la selva.
La nueva santa nació el 26 de mayo de 1874 en el municipio de Jericó, Antioquia, a 230 kilómetros al noroeste de Bogotá.
Laura Montoya Upegui quedó huérfana de padre a los dos años, sus dos hermanos y su madre Dolores se trasladaron a Medellín, en donde a los 16 años comenzó a estudiar para ser maestra. En Dabeiba, en la misma región del norte del país, la religiosa comenzó el apoyo a las comunidades campesinas.
"La madre Laura nos enseña a ser generosos con Dios, a no vivir la fe solitariamente -como si fuera posible vivir la fe aisladamente -, sino a comunicarla, a irradiar la alegría del Evangelio con la palabra y el testimonio de vida allá donde nos encontremos", dijo el papa Francisco.
El papa Francisco oró por la paz del país suramericano.
"Que por medio de la madre Laura Montoya el señor conceda un nuevo impulso misionero y evangelizador a la Iglesia y que, inspirados en el ejemplo de concordia y reconciliación de esta nueva Santa, los amados hijos de Colombia continúen trabajando por la paz y el justo desarrollo de su patria”, expresó el Sumo Pontífice.
La Madre Lupita es la segunda santa mexicana. Se trata de Guadalupe García Zabala, quien nació en 1878 y murió en 1963. Fundó la congregación Siervas de Santa Margarita María para cuidar enfermos y necesitados.
De la Madre Lupita, el papa dijo ella que se arrodillaba en el piso del hospital ante los enfermos y abrazaba la "carne de Cristo".
El papa Francisco canonizó también a 800 mártires de Otranto, que fueron asesinados durante una invasión de los soldados otomanos en 1480. Los nuevos santos se negaron a convertirse al Islam.
La Madre Laura falleció en 1949. Fundó la comunidad Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena. Dedicó parte de su existencia a los indígenas. Escribió más de siete libros en lo profundo de la selva.
La nueva santa nació el 26 de mayo de 1874 en el municipio de Jericó, Antioquia, a 230 kilómetros al noroeste de Bogotá.
Laura Montoya Upegui quedó huérfana de padre a los dos años, sus dos hermanos y su madre Dolores se trasladaron a Medellín, en donde a los 16 años comenzó a estudiar para ser maestra. En Dabeiba, en la misma región del norte del país, la religiosa comenzó el apoyo a las comunidades campesinas.
"La madre Laura nos enseña a ser generosos con Dios, a no vivir la fe solitariamente -como si fuera posible vivir la fe aisladamente -, sino a comunicarla, a irradiar la alegría del Evangelio con la palabra y el testimonio de vida allá donde nos encontremos", dijo el papa Francisco.
El papa Francisco oró por la paz del país suramericano.
"Que por medio de la madre Laura Montoya el señor conceda un nuevo impulso misionero y evangelizador a la Iglesia y que, inspirados en el ejemplo de concordia y reconciliación de esta nueva Santa, los amados hijos de Colombia continúen trabajando por la paz y el justo desarrollo de su patria”, expresó el Sumo Pontífice.
La Madre Lupita es la segunda santa mexicana. Se trata de Guadalupe García Zabala, quien nació en 1878 y murió en 1963. Fundó la congregación Siervas de Santa Margarita María para cuidar enfermos y necesitados.
De la Madre Lupita, el papa dijo ella que se arrodillaba en el piso del hospital ante los enfermos y abrazaba la "carne de Cristo".
El papa Francisco canonizó también a 800 mártires de Otranto, que fueron asesinados durante una invasión de los soldados otomanos en 1480. Los nuevos santos se negaron a convertirse al Islam.