En 1632, John Tuttle llegó de Inglaterra a un asentamiento cerca de los límites entre Maine y Nueva Hampshire. En la mano llevaba un título que le otorgaba tierras y que le fue concedido por el rey Carlos I para construir una granja.
Once generaciones y 378 años después, sus descendientes están hartos de las tareas y las fatigas del campo. Sufren artritis en las manos debido a la recolección de frutas y vegetales, y han sido duramente golpeados por la competencia con los supermercados y por la nueva modalidad de granjas de autoconsumo.
Así, han decidido vender la propiedad, que figura entre las que más tiempo han permanecido en manos de una sola familia en Estados Unidos.
"He estado aquí por 40 años, haciendo lo que amo", dijo Lucy Tuttle, de 65 años, quien opera la granja de 54 hectáreas (134 acres) con su hermano Will. "Pero ya no somos capaces de trabajar a nuestra máxima capacidad, desafortunadamente".
De acuerdo con algunos testigos, John Tuttle naufragó frente a las costas de Maine antes de llegar a la tierra que se le había otorgado, un viejo pinar. Taló los árboles y sembró entre los tocones. Así comenzaron 250 años de agricultura de subsistencia por parte de los Tuttle.
Creciendo con el tiempo
Lucy recuerda que su padre ya contemplaba la posibilidad de vender la granja.
"Creo que se sentía desalentado. De pronto, los tres hijos volvimos con nuestra energía", explica a Associated Press.
Cuando Tuttle y sus hermanos se hicieron cargo, realizaron algunos cambios, como convertir la granja en un negocio en continuo funcionamiento, y no sólo por temporadas como hasta entonces.
Construyeron un puesto que hacía las veces de tienda y que sustituyó al viejo granero rojo —ahora usado sólo como bodega—. Además diversificaron las ofertas de productos para ofrecer quesos finos, pan, plantas y otros alimentos.
Competencia
La competencia de las grandes granjas se ha vuelto más intensa, tanto en el centro-norte de Estados Unidos, donde los grandes productores suelen codiciar las tierras, como en Nueva Inglaterra, donde lo que está en disputa son los mercados.
"Esto ha presionado mucho las operaciones familiares", dijo Hassebrook.
Además, el movimiento del autoconsumo ha tenido un fuerte impacto en estos colectivos, ya que ahora muchos consumidores producen sus propios vegetales.
En 1989, el departamento de Agricultura del gobierno federal señaló que la granja más antigua de la nación era la de los Tuttle, pero no mencionó la Plantación Shirley, en Charles City, Virginia, que fue fundada en 1613 y comenzó a hacer negocios en 1638.
La granja de los Tuttle ha salido a la venta a un precio de 3,35 millones de dólares.