El gobierno italiano declaró estado de emergencia en Venecia a fin de contar con los fondos suficientes para reparar los daños causados por la marea más alta sufrida por la ciudad en 50 años.
Una reunión de gabinete aprobó un decreto especial que incluye 20 millones de euros (21,7 millones de dólares) en ayuda financiera inmediata para que la ciudad se recupere.
El primer ministro Giuseppe Conte describió las inundaciones como ``un golpe al corazón de nuestra nación'' después de pasar la noche del miércoles en Venecia, donde las inundaciones dañaron monumentos mundialmente famosos, viviendas y negocios. El agua alcanzó los 1,87 metros sobre el nivel del mar el martes, el segundo nivel más elevado en la historia de la ciudad.
El alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, estimó que los daños sufridos ascienden a ``cientos de millones de euros''. El funcionario culpó al cambio climático de la ``situación dramática'' en la histórica ciudad y pidió una rápida conclusión del proyecto de protección a inundaciones llamado Moisés, que se ha demorado mucho.
El nivel del agua el martes se quedó a tan sólo siete centímetros por debajo del máximo histórico, registrado en 1966.
Aunque el agua había retrocedido de su nivel máximo alcanzado la tarde del martes, la plaza San Marcos permanecía parcialmente inundada el jueves y se espera un nuevo nivel máximo para la mañana del viernes.
La zona de criptas que se encuentra debajo de la Basílica de San Marcos quedó bajo el agua apenas por segunda ocasión en su historia. También se reportaron daños en la galería de arte moderno Ca' Pesaro, donde un cortocircuito generó un incendio, y en el teatro La Fenice, donde las autoridades optaron por cortar la electricidad por precaución.
La elevación de los niveles del mar a causa de cambio climático junto con el muy documentado hundimiento de la ciudad construida entre un sistema de canales la vuelven particularmente vulnerable a los elementos.