Ya sea para comprar comida o buscar atención médica, por solo un día o para emprender una nueva vida, Colombia se ha convertido en un oasis para los venezolanos. Cada día, miles de ellos, acompañados por sus pequeños hijos, cruzan la frontera en su lucha por sobrevivir a la escasez y la desesperanza.
Colombia: Niños venezolanos acompañan a sus padres en la lucha por la supervivencia
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La mayoría de los que cruzan el puente están en viajes de compras de subsistencia. (Foto: Diego Huertas)
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Mujeres y hombres cargan a sus espaldas los productos que lograron conseguir para sostener a su familia o vender a sus coterráneos. (Foto: Diego Huertas)
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Pero muchos se están uniendo al éxodo de millones que han renunciado a su tierra natal y emigraron a otros lugares en los últimos años. (Foto: Diego Huertas)
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Colombia es uno de los destinos más frecuentes para los migrantes venezolanos, por la cercanía geográfica y por la política de acogida de ese gobierno. (Foto: Diego Huertas)
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En el Puente Internacional Simón Bolívar, los venezolanos pueden obtener efectivo por trozos de oro o plata, e incluso cabello. (Foto: Diego Huertas)
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En el lado colombiano, el mercado callejero tiene vendedores que ofertan papas, pañales, papel higiénico, llantas y cigarrillos venezolanos, entre otros artículos. (Foto: Diego Huertas)
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El peaje Los Patios, en Cúcuta es la primera parada para los caminantes después de ingresar a Colombia. (Foto: Diego Huertas)
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La pequeña estación de la Cruz Roja en la autopista 55 en Los Patios, a pocos kilómetros a pie del puente Simón Bolívar, está abierta las 24 horas. (Foto: Diego Huertas)
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Cruzan a Cúcuta, Colombia, a pie, con el sol castigándolos, para luego escalar altas montañas bajo temperaturas frías, lluvias torrenciales y caminos sinuosos. (Foto: Diego Huertas)
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Algunos se dirigen a pueblos cercanos en busca de trabajo, otros viajan a las grandes ciudades de Colombia, como Bogotá (caminando 563 km o 350 millas) y Medellín (595 km o 370 millas). (Foto: Diego Huertas)
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La insulina y los medicamentos para las enfermedades respiratorias tienen una gran demanda en la clínica. (Foto: Diego Huertas)