Un banco privado en Venezuela está teniendo tantos problemas de liquidez que ha restringido en los últimos meses la cantidad de dinero disponible para sus clientes en múltiples operaciones.
La profesora universitaria María Alexandra Semprún, por ejemplo, solo puede usar un máximo de 30 bolívares (6,5 dólares) de su cuenta cada 24 horas si desea transferir a cuentas o pagar en puntos electrónicos de otros bancos.
Ese tope es tedioso en el país con la mayor inflación del mundo: los precios en Venezuela aumentaron 686,4% en todo 2021, según cifras del Banco Central.
María Alexandra se sorprendió al leer hace semanas en la entrada de un restaurante de su ciudad, Maracaibo, un letrero que advertía que no aceptaban ninguna forma de pago del banco donde su empleador depositaba su salario.
“Tuve que escribir una carta a mi universidad pidiéndoles que me cambiaran de banco. Ellos mismos hicieron una jornada de afiliación del resto del personal a otros bancos para poder pagarle a la gente”, cuenta a la Voz de América.
La organización financiera en cuestión es el Banco Occidental de Descuento (BOD). Si bien sus operaciones se centran en el estado más poblado de Venezuela, Zulia, tiene presencia en sus 23 regiones y el Distrito Capital.
Según su balance financiero hasta el 31 de diciembre de 2021, su patrimonio y sus pasivos ascienden a 556 millones de bolívares o 123 millones de dólares, es decir, 15 millones de bolívares o 3,3 millones de dólares más que en junio de ese año.
Tengo dinero en el banco y no lo puedo usar”.Liz Áñez, cuentahabiente del BOD.
Fundado en 1957, cuenta con 300 oficinas, 700 cajeros automáticos y 50.000 puntos de venta en Venezuela, de acuerdo con información revelada en 2015.
Su presidente, Víctor Vargas, dijo entonces que el banco atendía a 4,6 millones de clientes y que procesaba hasta dos millones de transacciones en línea al día.
No hay información oficial en las publicaciones y propagandas del BOD sobre las restricciones de sus operaciones, por el momento. En la práctica, sin embargo, sus usuarios denuncian que usan hasta tres tarjetas de cuentas distintas del banco para pagar, por ejemplo, 15 dólares en una verdulería.
“Ha sido muy frustrante”, dice a la VOA Liz Áñez, cuentahabiente del banco desde hace años. En él, recibe sus pagos mensuales y la pensión de su padre.
Hace meses, notó que el BOD limitó el horario para hacer pagos exprés mediante una aplicación de su banca en línea. Luego, no podía transferir más de 100 bolívares (22 dólares) por día a cuentas de otros bancos. Semanas más tarde, el monto tope se redujo a 50 bolívares (11 dólares) y, finalmente, llegó a solo 30 (6,5 dólares).
“Tengo dinero en el banco y no lo puedo usar. Es muy frustrante sentir que es un dinero propio, pero que no lo puedes utilizar. Para una verdadera emergencia, no lo podrás usar. Uno siente impotencia”, dice, molesta.
Las transferencias que realiza a otros bancos se las devuelven 24 o 48 horas después. Liz debió recurrir a préstamos entre noviembre y diciembre de 2021 para poder comprar medicinas y realizar exámenes médicos a su padre. “Si estás en el BOD, es como si no tuvieras tu dinero. No cuentas con él”, asevera.
Sin liquidez
Los usuarios del BOD han descrito en redes sociales y protestas las limitaciones diarias de su operador como un “corralito” ilegal e inconsulto.
El término no es correcto, sin embargo. Se conoce como “corralito financiero” a la serie de restricciones temporales que impone el Estado o en gobierno a toda la banca de determinado país, explica el economista Aldo Contreras.
“El objetivo básico de un ‘corralito’ es evitar la quiebra de la banca cuando sucede un acontecimiento extemporáneo que hace que todos los ahorristas corran a sacar su dinero” de las entidades financieras, como en Argentina, en 2001, Chipre, en 2013, y Grecia, en 2015, precisa a la Voz de América.
El Banco Occidental de Descuento está “sin liquidez” y recurre a medidas para poder “sufragar la crisis” en un contexto adverso, opina. Contreras recuerda que Zulia es uno de los estados más económicamente deprimidos del país y que la dolarización transaccional ha ganado campo, minando al sector bancario.
No es técnicamente un ‘corralito’. Un ‘corralito financiero’ es una restricción temporal impuesta por el Estado, a través del gobierno”.Aldo Contreras, economista.
También, subraya que el gobierno venezolano aumentó paulatinamente en años pasados el encaje legal de los bancos. Esa medida, mediante la cual el Banco Central sustrae parte de los recursos depositados por personas y empresas, era de 85% hasta la semana pasada, cuando se redujo a 73%. En 2018, era de 31%.
El BOD necesita urgentemente “un auxilio financiero” de parte del Estado venezolano, considera Contreras, o un cambio de la política financiera nacional.
“Está perdiendo credibilidad, la confianza del mercado. Los ahorristas ya no quieren colocar su dinero allí. Sus costos fijos son más altos que sus ingresos”, dice el economista, advirtiendo sobre la posibilidad de su “cierre técnico”.
Las comunicaciones del banco aún ofrecen cuentas en moneda extranjera para movilizar “de manera segura y de forma fácil” dólares o euros, o puntos de venta para negocios en Venezuela, mas no mencionan sus restricciones financieras.
La Voz de América no obtuvo respuesta inmediata a su solicitud mediante correo electrónico de entrevistas o comentarios formales de voceros del banco.
Las controversias
El Banco Occidental de Descuento era hasta hace pocos años uno de los bancos más robustos de Venezuela. Según la Superintendencia de Bancos, ocupó al menos hasta 2019 el segundo lugar dentro del sistema financiero nacional en cuanto a estructura patrimonial y era la quinta organización con más activos.
El Estado venezolano, sin embargo, lo intervino en septiembre de 2019 luego que se conociera que las autoridades de Curazao, República Dominicana, Panamá y Antigua y Barbuda dictaron medidas administrativas contra bancos propiedad de Víctor Vargas y del Grupo Financiero BOD en esos países.
La intervención contra el BOD fue de cuatro meses e incluía prohibiciones de realizar nuevas inversiones, captar fondos a plazo o abrir nuevas oficinas. El banco explicó en su momento que la decisión no afectaba sus operaciones.
La semana pasada, reportes de prensa dieron cuenta de que el gobierno de República Dominicana ordenó disolver Bancamérica, de Vargas. Mientras, en Maracaibo, Venezuela, grupos de jubilados protestan constantemente en las oficinas principales denunciando el “robo” de millones de dólares en ahorros.
Afirman que se trata de “más de 2.000 personas” afectadas por haber depositado su dinero en los bancos del Grupo Financiero BOD en el Caribe, como en BOI Bank (Antigua), Banco del Orinoco NV (Curazao), All Bank (Panamá) y Bancamérica.
Giuseppe Tirrito, uno de sus voceros, a su vez perjudicado por lo que califican como “estafa”, explicó a la prensa en diciembre pasado que la respuesta del banco a sus demandas “ha sido negociar y negociar, sin obtener nada”.
"Pasándola feo"
Los dueños de comercios y restaurantes de Maracaibo que utilizan la plataforma de cobros de servicios del Banco Occidental de Descuento reclaman que están perdiendo dinero por las limitaciones de sus operaciones financieras.
Héctor, dueño de un restaurante de comida italiana, asegura a la VOA que quienes tienen cuentas corrientes o de ahorro con el BOD “están pasándola feo”.
Una alternativa es convertir sus bolívares represados en divisas a través de aplicaciones móviles, pero a tasas muy elevadas, que les generan pérdidas. Una de ellas vende cada dólar en 5,8 bolívares cuando la tasa oficial es de 4,5.
“Es complicadísima la situación. Es bastante engorroso. Mis amigos de la cadena de restaurantes (de Maracaibo) tienen el dinero bloqueado, no lo reciben en todas partes. La mayoría está perdiendo dinero por eso”, afirma.
La coyuntura del BOD ha sido tan notoria en semanas recientes que, incluso, se ha convertido en materia prima para comedias de humor negro. El Chigüire Bipolar, un medio digital que satiriza las noticias más populares de Venezuela, comparó la situación con un guion digno de la película Misión Imposible.
“Zulianos contratan a Tom Cruise para que les retire su dinero del BOD”, tituló el medio, en alusión al protagonista de la saga de espías y acciones fantásticas.
Pero, para clientes como Liz y su padre jubilado, las restricciones de sus cuentas están lejos de hacerlos carcajear. “Voy a migrar a otros bancos”, dice decidida.
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