En medio del dolor y la impotencia decenas de venezolanos esperaban este Jueves Santo a las afueras de la comandancia general de la policía de Carabobo la entrega de los cuerpos de sus familiares muertos tras un motín carcelario que dejó según cifras oficiales 66 reos y 2 mujeres fallecidas.
“Hay madres que no sabemos nada, hermanos, sobrinos, señorasque vienen de Maracay y no saben si se murio o no se murió porque no le dicen nada”, dijo Carmen Valera, tía de un fallecido.
El incidente es uno de los más graves ocurridos en Venezuela en materia carcelaria.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Derechos Humanos instó al gobierno venezolano a adelantar una investigación exhaustiva, petición a la que se une el Observatorio Venezolano de Prisiones que ha denunciado el hacinamiento en las cárceles venezolanas.
“Estamos hablando de 68 seres humanos en manos del Estado que murieron por incompetencia del Estado, si estaban quemando porque no tumbaron una pared para que salieran, ¿ o es una forma de resolver el hacinamiento el exterminio en las cárceles?”, dice Humberto Prado, director del OVP.
En horas de la noche del jueves circuló en redes sociales una dantesca fotografía donde se observan a los presos muertos en el suelo calcinados.
Hasta ahora ninguna autoridad ha dado crédito. El miércoles el fiscal general de Venezuela designó a cuatro funcionarios para investigar el suceso del que no han dado más detalles.
Escuche el informe de la colaboradora de la Voz de América Nicole Kolster.