Venezuela y Colombia deben abrir su frontera totalmente y no en un proceso gradual, advierte un experto, a tiempo de recordar que hay convenios internacionales que protegen esta acción.
“El comportamiento pendular del gobierno de Venezuela en las relaciones con sus vecinos empujan este tipo de situaciones que hoy muestran que nunca debieron cambiar”, sostuvo el diplomático venezolano Milos Alcalay en entrevista con la Voz de América.
El ex embajador de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas evalúa el desarrollo de este último capítulo de las relaciones entre ambas naciones como un asunto en el que el presidente Juan Manuel Santos tiene un especial interés.
“Para el presidente Santos este es un momento crítico por el avance del proceso de paz y quiere tener una relación relativamente normal con Venezuela y por eso impulsa el camino que tiene una base fundamentalmente humanitaria”, destaca Alcalay.
Alcalay analiza el camino de las relaciones bilaterales entre Venezuela y Colombia desde el punto de vista de la falta de interés de Hugo Chávez inicialmente, y de Nicolás Maduro ahora, en mantener una política de buena vecindad.
“La expulsión de ciudadanos colombianos que vivían en Venezuela hace más de un año fue un error, y mantener cerrada una frontera no es un asunto de dos naciones, afecta a otros vecinos que utilizan ese mismo paso para su comercio internacional”, afirma Alcalay.
Al mismo tiempo, este diplomático venezolano expresa temores sobre un flujo migratorio de venezolanos que podría aumentar.
“Venezuela ha sido tradicionalmente un país que acogía inmigrantes, y ahora es un país de migrantes. La crítica situación económica, de seguridad y de abastecimiento está empujando a los venezolanos a irse del país, y la apertura de la frontera puede ser otro incentivo más a su desesperación”, concluye este diplomático venezolano.
