El gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, solicitó el lunes la suspensión de la sesión de la OEA, convocada para el martes en la que se prevé evaluar la crisis que enfrenta Venezuela, al considerar que es violatoria de la normas de la organización por realizarse sin la anuencia del gobierno venezolano.
"La República Bolivariana de Venezuela se ha dirigido al presidente del Consejo Permanente para solicitar la suspensión de la sesión convocada (...) sin contar con el consentimiento debido del Gobierno venezolano, tal como está contemplado en las normas", dijo la cancillería venezolana en un comunicado.
El gobierno reitera en su comunicado acusaciones contra el secretario general de la OEA, Luis Almagro, de actuar de forma ilícita.
"Hay un curso de acoso contra Venezuela dirigido por los Estados Unidos de Norteamérica a través del ocupante de la Secretaría General de la OEA, Luis Almagro, y un grupo de países que ha conformado una facción minoritaria y ha fomentado un ambiente internacional pernicioso sobre Venezuela", agregó.
La OEA ha convocado para el martes a una reunión extraordinaria del Consejo Permanente y a una sesión el lunes en la que hablará la canciller venezolana, Delcy Rodríguez.
Las convocatorias se dieron horas después que 14 de los estados miembros de la OEA llamaron a Venezuela a liberar a los presos políticos, convocar a elecciones y respetar las decisiones de la Asamblea Nacional. Sin embargo, dijeron que la suspensión de esa nación del organismo debería ser la última opción.
PSUV se manifiesta
De igual manera, el buró político del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela firmó un acuerdo para ratificar la “defensa de la paz” de la nación y en rechazo a las acciones realizadas por la Asamblea Nacional en apoyo a lo que consideran “injerencia” de la OEA.
El parlamentario oficialista, Darío Vivas, dijo que su partido PSUV convocó a acciones de calle para el martes 28 “por la patria, por la independencia por la libertad, por la soberanía nacional, acompañando a nuestro presidente Nicolas Maduro”.
La oposición, en cambio, apoya la reunión extraordinaria promovida por la OEA.
“La Carta [Democrática] Interamericana lo que está buscando es que se realicen elecciones en Venezuela, una cosa que no habría que pedirla… que se liberen los presos políticos, que se abra un canal humanitario de alimentos y medicinas, eso es lo que hace falta”, dijo el analista político Ángel Oropeza.
La posición de la OEA
El caso de Venezuela llamó de nuevo la atención de los países de la región tras un pronunciamiento de Almagro que propuso este mes suspender al país suramericano de la OEA si el gobierno de Maduro no celebra elecciones a la brevedad.
La OEA abordará la crisis venezolana por primera vez desde que en noviembre aprobó una resolución de respaldo al diálogo entre el gobierno y la oposición.
La compleja situación económica y social de Venezuela, agravada por una desbordada inflación de tres dígitos y severos problemas de escasez de alimentos, medicinas y otros bienes básicos, ha generado preocupación en la comunidad internacional.
Tras negar por meses que Venezuela enfrente una crisis humanitaria a consecuencia de la escasez de productos, Maduro anunció el pasado viernes que pidió apoyo a la ONU para regularizar el suministro de medicinas.
A los problemas económicos y sociales se ha sumado las crecientes tensiones políticas. El Consejo Nacional Electoral, que es controlado por el oficialismo, ha demorado la convocatoria para las elecciones de gobernadores, que se pospusieron el año pasado y que se esperaban para este semestre.
Para que Venezuela quede suspendida del organismo, dos tercios de las 34 naciones que integran la OEA deben votar a favor de la medida.
Alvaro Algarra colaboró desde Venezuela en la elaboración de esta nota.