La diputada venezolana María Corina Machado luce extraordinariamente joven, guapa y serena como para llevar encima la experiencia de más de una década en la difícil política venezolana, dominada por Hugo Chávez.
Cuando da la mano, aprieta con la fuerza de los amigos. Cuando sonríe lo hace con la sinceridad de la conciencia tranquila. Cuando habla, lo hace con la seguridad y la convicción de una luchadora por la libertad y la democracia.
En 2001, preocupada por el rumbo que llevaba su país, fundó la organización cívica “Súmate”, desde donde en 2004 comenzó una petición de revocatoria para sacar del poder al presidente Chávez, que le provocó, entre otras cosas el ser acusada de traidora, conspiradora y golpista.
En 2010 renunció a Súmate y lanzó su candidatura para la Asamblea Nacional, ganando con más votos que cualquier otro candidato un puesto de diputada por el departamento de Miranda, que todavía ocupa.
El año pasado lanzó su candidatura para la presidencia en las primarias de la oposición y el día del inicio de la campaña sobrevivió un ataque a balazos mientras lanzaba la primera bola en un torneo de softball en un barrio chavista de Caracas. Finalmente perdió ante Henrique Capriles, por quien ahora, demostrando solidaridad, ahora hace campaña dentro y fuera de Venezuela.
La Voz de América conversó con ella esta semana en Washington, tocando los temas obligados sobre Chávez, la oposición y las elecciones presidenciales del 7 de octubre. Estos son algunos de los pasajes más interesantes de la conversación.
Sobre la unidad de la oposición. El haber enfrentado durante 14 años a un régimen, que aunque tiene una fachada democrática, esconde un régimen autocrático, ha presentado un enorme desafío. Ha sido un proceso de aprendizaje. Hemos tenido que entender que hay que recorrer las dos vías: la vía electoral, democrática, por la cual vamos a sustituir este régimen, pero sin olvidar que la vía de la resistencia organizada, pacífica, pero firme, es igualmente importante y necesaria. Ambas tienen que ir de la mano.
Sobre el proceso electoral. La gente piensa que la democracia es elecciones. Y luego piensan que las elecciones es el día de la votación. Las elecciones comienzan mucho antes, con la definición del registro electoral, con la campaña, con el uso de los fondos y por supuesto con un elemento crítico, la intimidación política, el miedo sobre los electores. En Venezuela no podemos hablar de un proceso electoral libre y limpio, cuando sabemos que hay miles de venezolanos que no se pudieron inscribir para votar, dentro y fuera del país, porque el gobierno les puso serios obstáculos. Cuando sabemos que la población venezolana ha crecido 14 por ciento, pero que el registro electoral ha crecido 58%. Tenemos serias dudas sobre la confiabilidad de este registro electoral, pero aún más grave es la forma en que se utiliza toda la fuerza del estado, los empleados públicos, los recursos de los venezolanos, el sistema de medios, para hacer una campaña claramente a favor del presidente y persiguiendo a la oposición. Pero los venezolanos unidos y organizados, conscientes de lo que está en juego este 7 de octubre, superaremos estos obstáculos y le daremos a Venezuela y a la región, la posibilidad de tener un país que será un aliado de todas las naciones democráticas, un elemento de estabilidad en la región.
Sobre la salud de Chávez. No hemos visto ningún informe médico serio que nos diga qué es lo que está sucediendo con el presidente. En un sistema democrático esto no ocurre. La población tiene derecho a saber a los efectos de disminuir la incertidumbre que genera la posible desaparición de presidente en cualquier momento. Por eso tenemos que exigirle un informe serio sobre su salud, no solo para determinar si puede seguir ejerciendo la presidencia, pero si puede ser candidato, por lo que le está planteando Venezuela es un hecho altamente probable de ganar las elecciones, de llegar con vida a las elecciones y de ganar podría continuar ejerciendo la presidencia y eso es un elemento de altísimo riesgo para el país, que tenemos derecho los venezolanos y sobre todo sus seguidores más cercanos, a conocer.
Sobre lo que espera de Chávez. El presidente tiene la posibilidad en esta última etapa de su vida de resarcir los muchos daños que ha hecho. Venezuela no solamente ha sufrido una destrucción inmensa en su infraestructura, en su capacidad productiva, (es) una destrucción institucional sin precedente, pero sobre todo una destrucción moral. El país, nosotros, necesitamos poder creer unos en otros, tener confianza en las instituciones. Es el momento de hablar con la verdad. Uno pensaría que una persona confrontada con una situación tan dura, tan difícil, como tener una enfermedad terminal, pudiera reflexionar sobre su legado y permitir que una transición que ya comenzó en Venezuela, desemboque en un proceso pacífico. El mensaje para el presidente es que tiene una última oportunidad de evitar mayor confrontación y dolor en el país que ha sufrido tanto.
Sobre el mensaje a los votantes venezolanos. Estamos viviendo los días más importantes de nuestra vida republicana. Esta generación tiene una oportunidad histórica de lograr que Venezuela transite de un proceso de violencia, de colapso económico, de muchísimos riesgos para la seguridad de la nación y la seguridad personal, hacia un país viable y estable. Está en nuestras manos. No solamente al ir a votar firmemente y con valentía, determinamos que queremos esa ruta de respeto y de progreso, pero también haciendo valer nuestros derechos por medios pacíficos pero firmes, en la protesta ciudadana. Haciéndoles sentir a todas las instituciones del país que existimos ciudadanos conscientes de lo que está en juego y que vamos a defender nuestros derechos dentro de los centros de votación, en la calle, haciéndonos escuchar y hacer que este mensaje llegue también a la comunidad internacional.
Sobre el miedo a votar. Nosotros tenemos el sistema electoral más automatizado que existe en el mundo, contamos con máquinas capta-huellas como las que existen al llegar a los aeropuertos de los Estados Unidos. Imagínese esto justo antes de la máquina de votación, teniendo el precedente de la lista Tascón, en el año 2003, donde el presidente ordenó que los más de 4 millones de personas que habíamos firmado a favor del referendo revocatorio fuésemos colocados en una lista, en internet, y utilizada para despedirlos de los puestos públicos, quitarles programas sociales, cancelar contratos con el gobierno. Eso está todavía íntimamente presente en la mentalidad de los venezolanos. Entonces, ¿qué estamos haciendo? Por primera vez se está fortaleciendo una red que ya existía de testigos con apoyo de afuera para que nuestros testigos no se sientan solos en centros de votación y en zonas de votación muy distantes. Dos, estamos concientizando a la comunidad nacional e internacional sobre estos obstáculos, porque hay que llamar a estas cosas por su nombre. Mucha gente dice, bueno, pero sí se critica al sistema electoral eso genera más dudas y más abstención. El gobierno ya ha generado esas dudas, lo que nosotros tenemos que hacer es llamar las cosas por su nombre y combatir aquellas que podamos derrotar e impedir que el gobierno siga avanzando. Y tercero, hablarle con tal franqueza y crudeza a las instituciones involucradas, a nuestras fuerzas armadas, que tienen un rol muy importante que jugar con el Plan República, que se encarga de la seguridad el día de las elecciones. Hacerles sentir también cuál es su rol histórico, que no intervengan y no se excedan, que impidan los abusos de grupos violentos que fomenta el propio gobierno y que se encarguen de cumplir su rol constitucional, que es hacer respetar la voluntad de la mayoría.
Cuando da la mano, aprieta con la fuerza de los amigos. Cuando sonríe lo hace con la sinceridad de la conciencia tranquila. Cuando habla, lo hace con la seguridad y la convicción de una luchadora por la libertad y la democracia.
En 2001, preocupada por el rumbo que llevaba su país, fundó la organización cívica “Súmate”, desde donde en 2004 comenzó una petición de revocatoria para sacar del poder al presidente Chávez, que le provocó, entre otras cosas el ser acusada de traidora, conspiradora y golpista.
En 2010 renunció a Súmate y lanzó su candidatura para la Asamblea Nacional, ganando con más votos que cualquier otro candidato un puesto de diputada por el departamento de Miranda, que todavía ocupa.
El año pasado lanzó su candidatura para la presidencia en las primarias de la oposición y el día del inicio de la campaña sobrevivió un ataque a balazos mientras lanzaba la primera bola en un torneo de softball en un barrio chavista de Caracas. Finalmente perdió ante Henrique Capriles, por quien ahora, demostrando solidaridad, ahora hace campaña dentro y fuera de Venezuela.
La Voz de América conversó con ella esta semana en Washington, tocando los temas obligados sobre Chávez, la oposición y las elecciones presidenciales del 7 de octubre. Estos son algunos de los pasajes más interesantes de la conversación.
Sobre la unidad de la oposición. El haber enfrentado durante 14 años a un régimen, que aunque tiene una fachada democrática, esconde un régimen autocrático, ha presentado un enorme desafío. Ha sido un proceso de aprendizaje. Hemos tenido que entender que hay que recorrer las dos vías: la vía electoral, democrática, por la cual vamos a sustituir este régimen, pero sin olvidar que la vía de la resistencia organizada, pacífica, pero firme, es igualmente importante y necesaria. Ambas tienen que ir de la mano.
Sobre el proceso electoral. La gente piensa que la democracia es elecciones. Y luego piensan que las elecciones es el día de la votación. Las elecciones comienzan mucho antes, con la definición del registro electoral, con la campaña, con el uso de los fondos y por supuesto con un elemento crítico, la intimidación política, el miedo sobre los electores. En Venezuela no podemos hablar de un proceso electoral libre y limpio, cuando sabemos que hay miles de venezolanos que no se pudieron inscribir para votar, dentro y fuera del país, porque el gobierno les puso serios obstáculos. Cuando sabemos que la población venezolana ha crecido 14 por ciento, pero que el registro electoral ha crecido 58%. Tenemos serias dudas sobre la confiabilidad de este registro electoral, pero aún más grave es la forma en que se utiliza toda la fuerza del estado, los empleados públicos, los recursos de los venezolanos, el sistema de medios, para hacer una campaña claramente a favor del presidente y persiguiendo a la oposición. Pero los venezolanos unidos y organizados, conscientes de lo que está en juego este 7 de octubre, superaremos estos obstáculos y le daremos a Venezuela y a la región, la posibilidad de tener un país que será un aliado de todas las naciones democráticas, un elemento de estabilidad en la región.
Sobre la salud de Chávez. No hemos visto ningún informe médico serio que nos diga qué es lo que está sucediendo con el presidente. En un sistema democrático esto no ocurre. La población tiene derecho a saber a los efectos de disminuir la incertidumbre que genera la posible desaparición de presidente en cualquier momento. Por eso tenemos que exigirle un informe serio sobre su salud, no solo para determinar si puede seguir ejerciendo la presidencia, pero si puede ser candidato, por lo que le está planteando Venezuela es un hecho altamente probable de ganar las elecciones, de llegar con vida a las elecciones y de ganar podría continuar ejerciendo la presidencia y eso es un elemento de altísimo riesgo para el país, que tenemos derecho los venezolanos y sobre todo sus seguidores más cercanos, a conocer.
Sobre lo que espera de Chávez. El presidente tiene la posibilidad en esta última etapa de su vida de resarcir los muchos daños que ha hecho. Venezuela no solamente ha sufrido una destrucción inmensa en su infraestructura, en su capacidad productiva, (es) una destrucción institucional sin precedente, pero sobre todo una destrucción moral. El país, nosotros, necesitamos poder creer unos en otros, tener confianza en las instituciones. Es el momento de hablar con la verdad. Uno pensaría que una persona confrontada con una situación tan dura, tan difícil, como tener una enfermedad terminal, pudiera reflexionar sobre su legado y permitir que una transición que ya comenzó en Venezuela, desemboque en un proceso pacífico. El mensaje para el presidente es que tiene una última oportunidad de evitar mayor confrontación y dolor en el país que ha sufrido tanto.
Sobre el mensaje a los votantes venezolanos. Estamos viviendo los días más importantes de nuestra vida republicana. Esta generación tiene una oportunidad histórica de lograr que Venezuela transite de un proceso de violencia, de colapso económico, de muchísimos riesgos para la seguridad de la nación y la seguridad personal, hacia un país viable y estable. Está en nuestras manos. No solamente al ir a votar firmemente y con valentía, determinamos que queremos esa ruta de respeto y de progreso, pero también haciendo valer nuestros derechos por medios pacíficos pero firmes, en la protesta ciudadana. Haciéndoles sentir a todas las instituciones del país que existimos ciudadanos conscientes de lo que está en juego y que vamos a defender nuestros derechos dentro de los centros de votación, en la calle, haciéndonos escuchar y hacer que este mensaje llegue también a la comunidad internacional.
Sobre el miedo a votar. Nosotros tenemos el sistema electoral más automatizado que existe en el mundo, contamos con máquinas capta-huellas como las que existen al llegar a los aeropuertos de los Estados Unidos. Imagínese esto justo antes de la máquina de votación, teniendo el precedente de la lista Tascón, en el año 2003, donde el presidente ordenó que los más de 4 millones de personas que habíamos firmado a favor del referendo revocatorio fuésemos colocados en una lista, en internet, y utilizada para despedirlos de los puestos públicos, quitarles programas sociales, cancelar contratos con el gobierno. Eso está todavía íntimamente presente en la mentalidad de los venezolanos. Entonces, ¿qué estamos haciendo? Por primera vez se está fortaleciendo una red que ya existía de testigos con apoyo de afuera para que nuestros testigos no se sientan solos en centros de votación y en zonas de votación muy distantes. Dos, estamos concientizando a la comunidad nacional e internacional sobre estos obstáculos, porque hay que llamar a estas cosas por su nombre. Mucha gente dice, bueno, pero sí se critica al sistema electoral eso genera más dudas y más abstención. El gobierno ya ha generado esas dudas, lo que nosotros tenemos que hacer es llamar las cosas por su nombre y combatir aquellas que podamos derrotar e impedir que el gobierno siga avanzando. Y tercero, hablarle con tal franqueza y crudeza a las instituciones involucradas, a nuestras fuerzas armadas, que tienen un rol muy importante que jugar con el Plan República, que se encarga de la seguridad el día de las elecciones. Hacerles sentir también cuál es su rol histórico, que no intervengan y no se excedan, que impidan los abusos de grupos violentos que fomenta el propio gobierno y que se encarguen de cumplir su rol constitucional, que es hacer respetar la voluntad de la mayoría.