El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, amenazó con cortar el suministro de petróleo a Estados Unidos si Colombia agrede a su país de alguna manera.
"Si hubiera alguna agresión armada contra Venezuela desde territorio colombiano o cualquier otro lugar impulsado por el imperio yanqui, nosotros, aún cuando aquí tengamos que comer piedras, le suspenderíamos el envío de petróleo a los Estados Unidos de Norte América", sostuvo.
Chávez dio estas declaraciones en medio de una escalada de tensiones entre Venezuela y Colombia, que culminó con la ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos países. El mandatario venezolano ordenó esta ruptura tras las acusaciones de su par colombiano, Álvaro Uribe, de que Venezuela ocultaba a los guerrilleros.
Sin embargo, el gobierno estadounidense descartó cualquier acción militar contra Venezuela.
“Como lo hemos señalado en el pasado, Estados Unidos no tiene intención de entablar una acción militar contra Venezuela”, dijo Virginia Staab, portavoz del Departamento de Estado.
Estados Unidos y Venezuela han disfrutado por mucho tiempo de “una relación energética mutuamente beneficiosa” y Washington desea “que esa relación continúe”, señaló Staab.
Estados Unidos, principal comprador de petróleo venezolano, recibe unos 1,4 millones de barriles diarios, con lo que Venezuela se ubica en el quinto puesto entre sus suministradores de crudo.
Las amenazas de cortar el suministro de petróleo a Estados Unidos han sido reiteradas en otras oportunidades y Chávez nunca las cumplió.
Estados Unidos es su principal comprador de petróleo, y más del 90 por ciento de los ingresos por exportaciones de Venezuela provienen de la venta del hidrocarburo.
El ministro de Energía de Venezuela, Rafael Ramírez, dijo en Cuba que la industria petrolera está pronta para seguir las instrucciones de Chávez en este tema.
"Ya hemos girado todas las instrucciones operacionales, hemos colocado a nuestra industria petrolera en alerta amarilla que es el paso inmediato en una situación de contingencia", aseguró.
No obstante, de cortar el suministro de petróleo a Estados Unidos, la economía venezolana colapsaría rápidamente.