La percepción es compartida más allá del ángulo de análisis. El gobierno de Venezuela y su presidente, Hugo Chávez, están en una posición vulnerable, de cara a las elecciones legislativa del próximo 26 de septiembre.
Pero también, los panelistas que participaron de una conferencia titulada “Previa de las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre en Venezuela”, organizado por el Instituto Hudson, Centro de Estudios Latinoamericanos, expresaron algunos puntos de vista particulares.
Las diferencias comienzan no sólo en las estimaciones de los escenarios posibles no sólo tras las elecciones para renovar la Asamblea Nacional, sino además, por el impacto que pueda tener para el futuro de la nación.
El autoritarismo del gobierno, los altos niveles de criminalidad y las permanentes violaciones a los derechos humanos, son señalados como algunos de los problemas más graves, tal como destacó en la apertura el moderador del encuentro, Jaime Daremblum, director del organizador Instituto Hudson.
Pero tampoco la economía escapa al deterioro de un país, donde el gobierno comienza a ser responsabilizado por las fallas.
“Para muchos venezolanos, Hugo Chávez ha sido el único presidente que han conocido o pueden recordar, por tanto ahora comienzan a culparlo por los problemas”, afirmó Pedro Burelli, director asociado de la Consultora B&V y el director de Petróleos de Venezuela (PDVSA) , durante la conferencia.
Entre esos problemas, se destaca el de “una macroeconomía seriamente afectada por la falta de reinversión y la corrupción, y la microeconomía amenazada por la persecución contra la propiedad privada y el desestímulo de la inversión”, agregó Burelli.
Un desafío
Venezuela, “una aproximación de 12 minutos a la crisis de la nación”, fue el título propuesto por Burelli para referirse a la situación del país de cara a los comicios, “algo que es muy difícil de hacer para un país donde el presidente suele hablar por siete horas seguidas.
El consultor asociado de B&V afirmó que “las causas y consecuencias de perder poder para Hugo Chávez es demasiado grave para pensar que va a jugar claro o incluso respetar la Constitución”, y llamó la atención sobre un factor relevante en un potencial cambio de gobierno en el futuro.
“Una transición en Venezuela va a ser muy compleja”, dijo Burelli, especialmente por las “expectativas” y por los problemas generados. Sin embargo, también introdujo dentro de su análisis, la posibilidad de que entre tantos escenarios considerados, exista también el de “un chavismo sin Chávez”.
De todas formas, Burelli dijo que “hay esperanza, pero va a demandar un enorme trabajo interno y buena voluntad internacional”, en el momento en que se procese un cambio de gobierno.
Las leyes al servicio del poder
Armando González, editor en jefe del grupos de medios La Nación de Costa Rica, apuntó en particular al hecho de que “Venezuela es en la actualidad una nación que no tiene ningún respeto por los derechos humanos” y se ubica “fuera de las leyes internacionales”.
Por su parte, Javier Corrales, profesor asociado de Ciencias Políticas de la Universidad Amherst, recordó que el gobierno de Venezuela usar las leyes para defender su posición de poder. Según el académico, “aunque repitan el resultado de 2009 en las elecciones de septiembre”, la oposición en realidad tendrá la oportunidad de “ganar muy pocas bancas”.
Lo que Corrales señaló es la forma en la que los cambios introducidos al sistema electoral, determina que en elecciones como la de fines de septiembre, “el número de bancas elegibles es menor, porque han usado las circunscripciones para mantener el control del legislativo, cambiando el mapa electoral. Con eso pretenden no violar ninguna ley, sino que usan las nuevas leyes”.
Una batalla importante, pero no decisiva
Finalmente, Aníbal Romero, profesor de Teoría Política de la Universidad Simón Bolivar de Caracas, definió la elección de fines de septiembre como “una batalla importante, pero no decisiva”, y señaló la importancia de mantener el activismo político, porque “este será un proceso largo”.
Por eso mismo dijo que habrá que ser “muy cuidadosos de lo que se llame victoria, porque va a depender de cómo la oposición puede tomar la ventaja y como se traduce eso”. A la vez que reconoció que “puede ser un milagro ganar la Asamblea Nacional”, y aunque “no descartó la posibilidad de que la oposición logre la mayoría de los votos o que la elección sea muy ajustada”, lo más relevante será “seguir trabajando con la opinión pública”.
En un país “donde la democracia ha sido tomada como rehén del gobierno”, en la actualidad “lo más importante que tiene la oposición es la opinión pública. Por eso es muy importante obtener una votación significativa o la mayoría de los votos en las próximas elecciones, para reforzar el peso de la opinión pública”.