El diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición no comenzará el 12 de julio como quería la Unasur, sino cuando el presidente Nicolás Maduro acepte las condiciones que impone la Mesa de la Unidad Democrática, según la oposición.
El lunes, Maduro hizo un llamado al diálogo “cara a cara” con el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, encuentro para el que ha “creado todas las condiciones políticas nacionales e internacionales”, según expresó.
Las declaraciones de Maduro coincidieron con una reunión de cuatro horas entre diputados de la MUD y los expresidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y de Panamá, Martín Torrijos.
En el encuentro los parlamentarios opositores reiteraron sus exigencias: que se amplíe la mediación, incluyendo a la Iglesia, la OEA, y otros ex presidentes; que no sea República Dominicana la sede; que el referéndum revocatorio sea este año; que se libere a los presos políticos, y que se respete al Parlamento.
Pero Maduro, no quiere ningún tipo de condiciones.
“La comisión que he designado para el diálogo soberano por la paz de nuestra patria está lista para sentarse a conversar ya sin condicionamientos. No ponemos condiciones, ni aceptamos condiciones de ningún tipo”, aseveró el mandatario.
“Vuelvo a ratificar mi llamado al diálogo particular, institucional, personal y político con el señor Henry Ramos, demuestre si es jefe o no lo es", agregó Maduro.
El mandatario dejó claro que no ha habido ni habrá pacto con la llamada burguesía.
Por su parte, el jefe de fracción del partido chavista PSUV consideró necesario que la oposición “renuncie a la guarimba” (las protestas) y que respete la Constitución y a los demás Poderes del Estado.
El corresponsal de la VOA en Caracas, Álvaro Algarra, contribuyó para la elaboración de este artículo.