En claro desafío a los resultados electorales que dan a la oposición una súper mayoría calificada en la Asamblea Nacional venezolana, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y el del Parlamento, Diosdado Cabello, anunciaron medidas para desafiar los cambios que se avecinan.
El martes, en su programa semanal de radio y televisión "En Contacto con Maduro", el mandatario adelantó que no aceptará que la nueva Asamblea le imponga al país una ley de amnistía para lograr la liberación de los llamados "presos políticos", mientras Cabello anunció que nombrarán a un nuevo Tribunal Supremo de Justicia antes de terminar su legislatura.
"Graves delitos de lesa humanidad imprescriptibles de acuerdo a la constitución se cometieron en la guarimba (las protestas antigubernamentales del 2014), así lo digo como jefe de Estado, no aceptaré ninguna Ley de Amnistía", aseveró el mandatario.
Maduro, también anunció que reestructurará el gabinete ministerial por lo que pidió a todos los ministros sus cargos a la orden para “evaluar los cambios necesarios” dentro del Poder Ejecutivo.
Cabello declaró tener “tareas pendientes” como el nombramiento de los 12 magistrados del Tribunal Supremo de Justicia antes de que asuma la nueva legislatura, lo cual significaría que, no obstante el arrasador triunfo de la oposición en las elecciones del domingo, dos de los tres poderes del estado continuarían en manos chavistas.
“No vamos a caer en la omisión legislativa por ningún tipo de chantaje”, afirmó Cabello.
El funcionario chavista anunció además la decisión de entregar a los trabajadores la señal de la televisora y la emisora de radio de la Asamblea Nacional –los únicos autorizados para cubrir las actividades legislativas. El diputado opositor electo, Henry Ramos Allup, había adelantado que los directivos de los medios de comunicación de la AN serán removidos de sus cargos.
"Yo soy presidente de la Asamblea hasta el 4 de enero, hemos tomado (la decisión) de entregarle ANRadio y ANTV a los trabajadores y trabajadoras de esos canales", dijo Cabello durante su intervención.
Serán "los trabajadores y trabajadoras quienes administren esos canales socialistas", afirmó.
Maduro como Cabello parecen resistirse a digerir la idea de que, con 112 escaños ganados, la bancada opositora obtiene la llamada segunda mayoría calificada.
Dicha mayoria le permitiría a la oposición convocar a una Asamblea Constituyente y aprobar una reforma constitucional, así como designar o remover a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, designar a los rectores del Consejo Nacional Electoral o hacer otro tanto en la fiscalía general, el contralor general y el defensor del pueblo, entre otros.
Maduro ha dicho repetidamente que el triunfo de los adversarios del gobierno es una "victoria de la contrarrevolución", que amenaza la sobrevivencia del proyecto político de Chávez.
Ellos "sacaron 112 diputados y diputadas... nosotros sacamos 55 patriotas, revolucionarios... que están al servicio de la defensa de nuestro pueblo", dijo el mandatario.
