El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó el lunes que están a “las puertas” de iniciar una “nueva ronda de firmas” y acuerdos “beneficiosos” para las venideras elecciones en el país, pero exigió que se dejen de filtrar informaciones que, según dijo, son "falsas".
Noruega informó el lunes que el gobierno de Venezuela y la Plataforma Unitaria decidieron “retomar el proceso de diálogo y negociación”, facilitado por Noruega con el objetivo de “llegar a un acuerdo político”, conforme a lo previsto en el Memorando de Entendimiento suscrito en México el 13 de agosto de 2021.
Refiriéndose a una publicación del diario The Washington Post, que informó sobre un acuerdo que llevaría al gobierno de Venezuela a levantar inhabilitaciones a líderes de la oposición, así como la implementación de garantías para celebrar elecciones competitivas, a cambio de alivio de sanciones a la industria petrolera, Maduro dijo que empezó una operación de “manipulación” y de mentir sobre la base de la “especulación”.
“Yo he sido cuidadoso porque tengo palabra (…) si vamos a conversar, si hemos llegado a acuerdos, yo no puedo tratar de filtrar información, sacarla por la zurda mintiendo, manipulando, porque estás rompiendo el acuerdo, estás dañando el acuerdo, estás embasurando el acuerdo”, dijo el lunes por la noche en su programa “Con Maduro +”.
“Quienes sacan estas falsas filtraciones y arman todo un aparato internacional a través de medios y redes nacionales e internacionales para mentir, están metiéndole una puñalada por la espalda a las negociaciones, conversaciones y acuerdo que ya se han firmado. Nosotros, con ética, con honor, hemos respetado todo el proceso”, insistió.
“No digo más, porque respeto los acuerdos, pero si no cesan de manipular y de mentir tendré que decirlo todo, todo lo que hay que decir”, continuó.
Fuentes allegadas al proceso dijeron a la VOA que el gobierno y la oposición firmarán este martes, en Barbados, un acuerdo facilitado por EEUU en el que el gobierno de Maduro se compromete a respetar la primaria presidencial de la oposición y liberar a un grupo indeterminado de presos políticos a cambio de la liberación de algunas sanciones en el ámbito económico.
En varias ocasiones Estados Unidos ha manifestado estar dispuesto a levantar sanciones si el gobierno de Maduro da pasos sólidos hacia el compromiso para la celebración de elecciones libres.
Entre Miraflores y la Casa Blanca se abrió un canal directo que condujo, a principios de octubre del 2022, al intercambio de 7 ciudadanos estadounidenses que estuvieron “injustamente” encarcelados en Venezuela, por 2 sobrinos de la esposa de Maduro, que estuvieron detenidos en EEUU por delitos de narcotráfico.
Previamente, el Departamento del Tesoro de EEUU removió de su lista de sancionados a Carlos Erik Malpica Flores, ex vicepresidente de finanzas de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y sobrino de la esposa de Maduro.
El oficialismo y la Plataforma Unitaria de la oposición firmaron en noviembre del año pasado, en México, un acuerdo para crear un Fondo de 3.000 millones de dólares para la Atención Social con recursos congelados en el exterior para atender las necesidades más urgentes en Venezuela, que debe ser administrado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), pero los fondos no han sido liberados.
Maduro varias veces ha dicho que no tiene “motivación” para volver a la mesa de diálogo y ha acusado a la oposición de no cumplir con el acuerdo firmado en México.
Su gobierno había condicionado el regreso a la mesa de diálogo a la liberación de los fondos, el levantamiento de sanciones, la libertad del empresario colombiano Alex Saab y el cese de “políticas de ataques” a través de la Corte Penal Internacional (CPI), cuya fiscalía, en junio, obtuvo autorización para reiniciar la investigación a Venezuela por presuntos crímenes de lesa humanidad.
La oposición ha negado un incumplimiento del acuerdo, ha insistido en que no se establecieron lapsos para la liberación de recursos y ha advertido que es necesario que se lleve a cabo un trabajo conjunto para buscar soluciones a problemas “jurídicos previsibles”.
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