El gobierno de Perú está organizando una reunión de ministros de Relaciones Exteriores de América Latina sobre lo que denomina el voto "ilegítimo" de Venezuela el domingo para aprobar un nuevo organismo gubernamental encargado de reescribir la constitución del país.
La reunión, prevista para el 8 de agosto en Lima, representa parte de la preocupación internacional expresada el lunes por la aprobación de una Asamblea Nacional Constituyente.
Sus 545 miembros apoyan al presidente socialista Nicolás Maduro y teóricamente podrían suplantar a la Asamblea Legislativa, dirigida por la oposición.
El lunes, la Unión Europea se unió a Colombia, Estados Unidos, México, España y al menos otros siete países para decir que no reconocerían a la Asamblea Constituyente.
Ese tipo de asamblea, "elegida en circunstancias dudosas y a menudo violentas, no puede ser parte de la solución" a la crisis de Venezuela, dijo la portavoz de la Comisión Europea, Mina Andreeva, el lunes, en Bruselas. Dijo que el voto "ha aumentado la división y seguirá deslegitimizando a las instituciones democráticamente elegidas de Venezuela".
La líder de política exterior de la UE, Federica Mogherini, está supervisando una "respuesta conjunta" del bloque de 28 miembros, dijo Andreeva.
La elección del domingo marcó el día más sangriento en cuatro meses de protestas contra el gobierno, con al menos 10 personas muertas en enfrentamientos en todo el país. Más de 110 han muerto desde que comenzaron las protestas a principios de abril.
Maduro proclamó que la elección del domingo fue un rotundo éxito. "El pueblo ha entregado la asamblea constitucional", dijo.
El Consejo Nacional Electoral de Venezuela dijo que más de 8 millones de personas, que representan más del 41 por ciento de los votantes elegibles, acudieron a las urnas el domingo para votar.
La oposición en el país sudamericano dijo que la medida impopular resultaría en una dictadura socialista y había pedido a los venezolanos que boicotearan la votación.
Decenas de centros de votación en Caracas, la capital, estuvieron vacíos.
Los detalles de lo que es probable que se incluya en una nueva constitución no están claros. Maduro ha dicho que es la única manera de sacar a Venezuela de su severa crisis económica y social y detener la aparentemente interminable violencia.
Los críticos afirman que sólo los partidarios de Maduro fueron candidatos, incluida la primera dama Cilia Flores, y el primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido, Diosdado Cabello.
La oposición sostiene que la asamblea constituyente de 545 miembros disolverá el Congreso controlado por la oposición y convertirá a Venezuela en una dictadura socialista. Los opositores de Maduro están exigiendo elecciones presidenciales anticipadas.
La caída de los precios mundiales de la energía junto con la corrupción política han destruido la economía venezolana rica en petróleo. La gasolina, la medicina y los alimentos básicos como el aceite de cocina, la harina y el azúcar son escasos. Muchos venezolanos cruzan a las vecinas Colombia y Brasil para comprar comida.
Maduro ha culpado por los problemas del país a lo que él llama el imperialismo estadounidense y sus partidarios dentro de Venezuela. Ha advertido contra la intervención de la Organización de Estados Americanos, diciendo que eso conduciría seguramente a una guerra civil.