El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que no permitirá que la oposición de su país atente contra su gobierno, como ha sucedido con la presidenta Dilma Rousseff en Brasil, suspendida por el Senado brasileño.
"El golpe de Estado en Brasil es una señal grave para el futuro de la estabilidad de todo el continente… Y sé que ahora vienen por Venezuela”, aseguró Maduro el jueves por la noche.
El mandatario prometió “anuncios importantes” en el marco de la renovación del decreto de emergencia económica que anuncia este viernes, “para defender la paz y la integridad de nuestra República”.
Maduro, un aliado político de Rousseff, acusó al mandatario estadounidense, Barack Obama, de estar "detrás del golpe" en Brasil e intentar "acabar con las corrientes progresistas en América Latina".
Más temprano, la cancillería venezolana manifestó a través de un comunicado su "rechazo categórico" a lo que consideró un "golpe de Estado parlamentario en Brasil que, mediante farsas jurídicas de las cúpulas oligárquicas y fuerzas imperiales, pretenden el derrocamiento de la presidenta, Dilma Rousseff".