El movimiento estudiantil venezolano considera que el diálogo será posible solo si hay una profunda “transformación social” que empiece por el reconocimiento de las partes implicadas, esto en respuesta al informe divulgado por la ONG International Crisis Group.
“Hasta ahora no ha habido un proceso de diálogo, ni siquiera conversación, porque no hay un reconocimiento del otro, no hay disposición de rectificar y si no es sincero está dirigido al fracaso. Las consecuencias serían catastróficas”, dijo a la Voz de América Enrique Altimari, presidente adjunto del Centro de Estudiantes de la Universidad Monteávila.
El estudiante aseguró que la profunda división que se vive en el país es “producto de un proceso de ideologización y separación producto de la propaganda política por lo que la única manera de salir de la crisis es con una profunda transformación social, no necesariamente gubernamental. La reconciliación nacional es la vía para acabar con el odio, aseguró Altimari.
Efectos en Cuba y Colombia
Sobre los efectos regionales de la crisis en Venezuela, la diputada al Parlamento Latinoamericano, e integrante de la MUD, Delsa Solórzano, dijo a la Voz de América que en el caso de Cuba “eso se entiende, no desde la perspectiva del pueblo cubano, que no es beneficiario directo de una modificación del incremento de los ingresos a la Isla, sino en cómo maneja el régimen la situación económica de sus propios jerarcas”.
En el caso de Colombia los efectos se sentirían directamente sobre el comercio binacional con Venezuela.
Lo que sí dejó claro la diputada Solórzano es que “no es responsabilidad de la oposición resolver la crisis. El gobierno tiene la responsabilidad de convocar a todos los sectores de la sociedad para resolverla, y entendiendo eso la MUD aceptó ir a las conversaciones de diálogo”.
Además aseveró que las manifestaciones en las calles, a pesar de que el gobierno se empeñe en decir lo contrario, “son espontáneas, porque los jóvenes no tienen futuro y los adultos han perdido su calidad de vida”.
“Hasta ahora no ha habido un proceso de diálogo, ni siquiera conversación, porque no hay un reconocimiento del otro, no hay disposición de rectificar y si no es sincero está dirigido al fracaso. Las consecuencias serían catastróficas”, dijo a la Voz de América Enrique Altimari, presidente adjunto del Centro de Estudiantes de la Universidad Monteávila.
El estudiante aseguró que la profunda división que se vive en el país es “producto de un proceso de ideologización y separación producto de la propaganda política por lo que la única manera de salir de la crisis es con una profunda transformación social, no necesariamente gubernamental. La reconciliación nacional es la vía para acabar con el odio, aseguró Altimari.
Efectos en Cuba y Colombia
Sobre los efectos regionales de la crisis en Venezuela, la diputada al Parlamento Latinoamericano, e integrante de la MUD, Delsa Solórzano, dijo a la Voz de América que en el caso de Cuba “eso se entiende, no desde la perspectiva del pueblo cubano, que no es beneficiario directo de una modificación del incremento de los ingresos a la Isla, sino en cómo maneja el régimen la situación económica de sus propios jerarcas”.
En el caso de Colombia los efectos se sentirían directamente sobre el comercio binacional con Venezuela.
Lo que sí dejó claro la diputada Solórzano es que “no es responsabilidad de la oposición resolver la crisis. El gobierno tiene la responsabilidad de convocar a todos los sectores de la sociedad para resolverla, y entendiendo eso la MUD aceptó ir a las conversaciones de diálogo”.
Además aseveró que las manifestaciones en las calles, a pesar de que el gobierno se empeñe en decir lo contrario, “son espontáneas, porque los jóvenes no tienen futuro y los adultos han perdido su calidad de vida”.
