Durante una conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros de Venezuela, el canciller Nicolás Maduro rechazó lo que definió como una "política absurda y extremista de Estados Unidos en contra de Venezuela", en relación a un informe de la Casa Blanca, emitido a inicios de semanas en relación al narcotráfico.
De acuerdo con el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Estados Unidos "trata de amedrentarnos", en lo que pareció una reacción destinada a captar la atención pública y recuperar la retórica contra Estados Unidos, recibiendo el inmediato apoyo del presidente Hugo Chávez.
En una llamada telefónica que por “casualidad” recibió el canciller Maduro del presidente Chávez en medio de la conferencia de prensa, y que fue inmediatamente colocada también “por casualidad” en los altavoces, Chávez dijo a Maduro, “explica bien, tenemos que explicar todo, así como lo estás haciendo Nicolás. Tenemos que seguir con esta batalla mediática".
Por su parte Maduro señaló en relación al informe de la Casa Blanca titulado "Estrategia de Combate al Crimen Trasnacional Organizado", crítica a Venezuela por ser permisivo con narcotraficantes y terroristas, que “el gobierno rechazó y repudió la intención de esta ultraderecha de inmiscuirse en nuestros asuntos".
Maduro también señaló que es persistente la intención de lo que definió como la "ultraderecha" en Estados Unidos de “mantener una política de agresión y de amenaza contra nuestra república democrática, pacífica e independiente de Venezuela" y afirmó que arrastra a la política del Congreso y la Casa Blanca a una política " absurda y extremista" en contra de América Latina y de Venezuela.
En tal sentido, los comentarios de Maduro se dan tras la denuncia de la Asamblea Nacional de Venezuela sobre el mismo informe, y en relación a las iniciativas aprobadas por el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, de eliminar las ayudas a Argentina, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia y también a la OEA, propuesta por el congresista Connie Mack.
