En Venezuela persiste la llamada "cuarentena radical", para evitar la propagación de la pandemia por el coronavirus. Al mismo tiempo, durante los últimos días, se han registrado una serie de detenciones de dirigentes políticos, atribuidas a motivos políticos o por criticar la situación de crisis que atraviesa el país.
En ese sentido, la abogada y activista de Derechos Humanos, Theresly Malavé, aseguró desde la sede del Ministerio Público en Caracas, que el gobierno en disputa del país se está aprovechando de la pandemia para controlar aún más a la sociedad.
“Actualmente es peor la violación de los derechos dumanos, de estas personas. No puede ser que por estas limitaciones por el Covid, entonces se les viola el debido proceso, el derecho a la vida, a la salud, a la integridad física”, indicó Malavé.
La defensora aprovechó la ocasión para hablar sobre el estado de salud del legislador encarcelado Gilber Caro, detenido desde hace siete meses y, según afirmó, sin derecho a defensa.
“Se pudo percatar que el diputado Caro está en avanzado estado de deterioro, debido a las torturas a las que está siendo sometido ¿Por qué? Porque lo tienen debajo de una escalera, y no le proveen alimentación ni le proveen líquido. En ese sitio donde está no se ha podido enderezar, porque si es debajo de una escalera el techo no se lo permite, no se le permite visita de abogado ni de familia.
Ante tal panorama, el dirigente gremial Carlos Salazar instó a la población a exigir liberaciones a partir de que se informe la fecha de inicio de la flexibilización de la cuarentena.
“Esperaremos la flexibilización, una vez que lo haga, justo después de la flexibilización, una ola de protestas caerá sobre este país, porque este país tiene que cambiar”, indicó Salazar.
Según el informe del primer semestre del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), en el mes de mayo hubo 1.075 protestas y en junio unas 646.
Al respecto, Nicolás Maduro ha repetido en varias oportunidades que en el país hay plenas libertades, y que la cuarentena es voluntaria y consciente, a pesar de que pobladores en algunas zonas del país denuncian un control social férreo, que se hace a través de cuerpos armados, y su incumplimiento puede tener serias consecuencias.