Los actos violentos registrados la noche del martes en la Asamblea Nacional en Venezuela, calificados de “brutales” por la oposición, constituyen un “virtual golpe de estado” a la institución legislativa, según un comunicado de denuncia difundido este miércoles en Caracas por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
La MUD indicó en el comunicado que la agresión contra diputados de la alianza opositora "afectó seriamente la institucionalidad democrática y pone en serio riesgo la institución parlamentaria" en el país.
El Departamento de Estado de EE.UU. reaccionó a los hechos y su vocero, Patrick Ventrell, dijo que “la violencia no tiene lugar en la democracia representativa, y es particularmente nociva para la vida parlamentaria. Estamos profundamente preocupados por la violencia que se llevó a cabo ayer, y expresamos nuestra solidaridad con los heridos”.
De acuerdo con la denuncia de la MUD, los actos de violencia, “tolerados por el presidente de la Asamblea y perpetrados por diputados de la fracción oficialista, son propiciados por el discurso de Nicolás Maduro”. La oposición culpa al presidente de incitar la agresividad mostrada por los legisladores oficialistas.
En el documento, la oposición reitera que “desconoce la legitimidad del nuevo gobierno” y asegura que “la situación tiende a agravarse, lo cual amerita tomar medidas que conduzcan a la normalidad y traigan estabilidad" a Venezuela.
"El oficialismo promueve la violencia institucional como mecanismo para consolidar la desviación del resultado electoral, acallar las protestas populares pacíficas y distraer la atención sobre la solicitud de recuento de los votos”, agrega.
El comunicado califica de “persecución política de signo fascista" la violencia desencadenada “desde las altas esferas del Poder Ejecutivo”, y denuncia que ha sido instrumentada “por la vía del uso de la fuerza militar y del aparato policial represivo que se ha venido construyendo con asesoría del gobierno cubano".
La MUD indicó en el comunicado que la agresión contra diputados de la alianza opositora "afectó seriamente la institucionalidad democrática y pone en serio riesgo la institución parlamentaria" en el país.
El Departamento de Estado de EE.UU. reaccionó a los hechos y su vocero, Patrick Ventrell, dijo que “la violencia no tiene lugar en la democracia representativa, y es particularmente nociva para la vida parlamentaria. Estamos profundamente preocupados por la violencia que se llevó a cabo ayer, y expresamos nuestra solidaridad con los heridos”.
De acuerdo con la denuncia de la MUD, los actos de violencia, “tolerados por el presidente de la Asamblea y perpetrados por diputados de la fracción oficialista, son propiciados por el discurso de Nicolás Maduro”. La oposición culpa al presidente de incitar la agresividad mostrada por los legisladores oficialistas.
En el documento, la oposición reitera que “desconoce la legitimidad del nuevo gobierno” y asegura que “la situación tiende a agravarse, lo cual amerita tomar medidas que conduzcan a la normalidad y traigan estabilidad" a Venezuela.
"El oficialismo promueve la violencia institucional como mecanismo para consolidar la desviación del resultado electoral, acallar las protestas populares pacíficas y distraer la atención sobre la solicitud de recuento de los votos”, agrega.
El comunicado califica de “persecución política de signo fascista" la violencia desencadenada “desde las altas esferas del Poder Ejecutivo”, y denuncia que ha sido instrumentada “por la vía del uso de la fuerza militar y del aparato policial represivo que se ha venido construyendo con asesoría del gobierno cubano".
