Pese a haber perdido en los comicios presidenciales del domingo en Venezuela, la oposición consiguió casi seis millones y medio de votos (más del 44 por ciento de los sufragios), una suma hasta ahora no lograda jamás frente al presidente Hugo Chávez y que podría pesar a su favor de cara a las elecciones para elegir a gobernadores en diciembre.
Analistas señalan que el gran reto de la oposición en lo adelante será el de sobreponerse al revés sufrido por su candidato a la presidencia, Henrique Capriles, y evitar que los venza la apatía política y la desunión que en pasadas elecciones le allanó el camino al presidente Chávez. “No se sientan derrotados”, dijo Capriles a sus seguidores al conocerse los resultados.
"Hemos sembrado muchas semillas y van a nacer árboles que darán buenos frutos. La campaña estuvo llena de juventud”, dijo el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática quien logró aglutinar a millones de descontentos con el chavismo y que según los votos depositados en las urnas no constituyen una minoría tan exigua como para ser políticamente ignorada.
En los comicios presidenciales de 2000, Chávez se impuso a Francisco Arias con una diferencia a su favor de 22 puntos porcentuales, y en los del 2006 venció a su rival, Manuel Rosales, con un margen de 26 puntos, muchos más que los que sacó de ventaja ahora (uno 10).
Con todo, Capriles y los líderes de la oposición enfrentan el inmenso reto de tratar de mantener unidos a los venezolanos que no ven con agrado los planes de Chávez, quien dijo previamente que más allá del mandato para el cual acaba de ser reelecto (2013-2019) sus intenciones son las de quedarse en el poder hasta el 2031.
El primer desafío será llegar políticamente indemnes a los comicios regionales de mediados de diciembre próximo para elegir gobernadores, cuando la oposición persigue al menos conservar las gobernaciones que ocupa y sumar alguna otra entre las 24 que tiene el país.
Además, aún no han sido despejadas las interrogantes sobre la salud de Chávez y si en verdad—como dijo—está curado de cáncer. De acuerdo con la constitución venezolana, si el presidente quedara incapacitado para ejercer su cargo durante los primeros tres años de su próximo mandato tendría que haber nuevos comicios.
Analistas señalan que el gran reto de la oposición en lo adelante será el de sobreponerse al revés sufrido por su candidato a la presidencia, Henrique Capriles, y evitar que los venza la apatía política y la desunión que en pasadas elecciones le allanó el camino al presidente Chávez. “No se sientan derrotados”, dijo Capriles a sus seguidores al conocerse los resultados.
"Hemos sembrado muchas semillas y van a nacer árboles que darán buenos frutos. La campaña estuvo llena de juventud”, dijo el candidato de la Mesa de la Unidad Democrática quien logró aglutinar a millones de descontentos con el chavismo y que según los votos depositados en las urnas no constituyen una minoría tan exigua como para ser políticamente ignorada.
En los comicios presidenciales de 2000, Chávez se impuso a Francisco Arias con una diferencia a su favor de 22 puntos porcentuales, y en los del 2006 venció a su rival, Manuel Rosales, con un margen de 26 puntos, muchos más que los que sacó de ventaja ahora (uno 10).
Con todo, Capriles y los líderes de la oposición enfrentan el inmenso reto de tratar de mantener unidos a los venezolanos que no ven con agrado los planes de Chávez, quien dijo previamente que más allá del mandato para el cual acaba de ser reelecto (2013-2019) sus intenciones son las de quedarse en el poder hasta el 2031.
El primer desafío será llegar políticamente indemnes a los comicios regionales de mediados de diciembre próximo para elegir gobernadores, cuando la oposición persigue al menos conservar las gobernaciones que ocupa y sumar alguna otra entre las 24 que tiene el país.
Además, aún no han sido despejadas las interrogantes sobre la salud de Chávez y si en verdad—como dijo—está curado de cáncer. De acuerdo con la constitución venezolana, si el presidente quedara incapacitado para ejercer su cargo durante los primeros tres años de su próximo mandato tendría que haber nuevos comicios.