En la entrada de una tienda, en el este de Caracas, se exhibe harina, pasta y leche. Esto no llamaría la atención de sus habituales consumidores, sino fuera porque ese mismo espacio era ocupado hasta hace poco por un mueble con ropa infantil en oferta.
La decisión de las autoridades venezolanas de sólo permitir la venta de alimentos y medicinas, en medio de la cuarentena, que cumple 5 meses, obligó a sus propietarios de comercios a tomar una decisión para permanecer abiertos.
"Hicimos un bodegón pequeño para que podamos vender tanto ropa, como alimentos a la vez, pero lo que más se lleva la gente es alimentos", explica Diana Morillo, quien administra el negocio desde hace 40 años.
Las medidas tomadas por el gobierno en disputa para enfrentar la pandemia también contemplan limitaciones en el horario. Antes de las restricciones, solían abrir hasta las 8 de la noche, pero ahora, a la 1 de la tarde, la policía local comienza a cerrar los establecimientos.
En la misma cuadra, lo que antes era una venta de uniformes escolares hoy es un expendio de quesos y vegetales. "La ropa ya no da. La gente solo busca comprar comida. Nosotros estuvimos muy preocupados, pensando que íbamos a perder el trabajo en el momento más crítico, pero afortunadamente, los dueños, decidieron cambiar de rubro", explica Génesis Sevilla, empleada del lugar.
Pero no todos han podido migrar a este modelo. En un concurrido bulevar de Caracas, se puede ver una fila de almacenes con candado.
A pesar de no prestar servicio, el patrono debe seguir pagando salarios, por disposición oficial. Ante este panorama, un 30 por ciento de los comercios, en Venezuela, están en riesgo de cerrar, advierte el Consejo Nacional del Comercio y Servicios (Consecomercio).
“En este momento nuestro sector es el mayor empleador del país y -si está amenazado- estamos hablando de una gran cantidad de familias cuyo ingreso está pendiendo de un hilo”, dijo el presidente del gremio Felipe Capozzolo.
Explica que muchas empresas están "sosteniéndose a pulmón, con sus propios ahorros, pero esto no se va a poder prolongar, porque ya no hay más de donde sacar".